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El apoyo del Congreso al veto de la “Ley de Financiamiento Universitario” fue respondido, en pocas horas, con la ocupación de más de 60 establecimientos educativos a manos de sus estudiantes. A la fecha se encuentran tomadas o preparando su toma una amplísima lista de Universidades.
En la UBA están en ese proceso Filosofía y Letras, Psicología, Sociales, Exactas, Arquitectura y Veterinaria, mientras que en las otras se preparan asambleas, mayoritariamente, autoconvocadas. Entre otros, también discuten la ocupación los estudiantes de las facultades de la Universidad Nacional de las Artes (UNA).
En La Plata se encuentra tomado el Rectorado. El conurbano es un reguero de tomas, muchas de ellas producidas por primera vez, como en la Universidad de La Matanza –en este caso, además, quebrando la represión de las autoridades y la conducción del Centro de Estudiantes. Se suman a la lista las Universidades de Avellaneda, Moreno, Jose C. Paz, Sarmiento, Lanús, Lomas de Zamora y San Martín. En todos los casos se produjeron asambleas masivas. También hay ocupaciones en Bahía Blanca, Mar del Plata y Tandil.
En Córdoba ya se registraba un proceso asambleario y de tomas que directamente explotó con las ocupaciones de Psicología, Sociales, Filo, Comunicación y otras. Se encuentra en toma la facultad de Psicología de la UNR (Rosario). Estas ocupaciones se extienden por todo el país: San Luis, Jujuy, Tucumán, Salta, San Juan, Entre Ríos, Catamarca, Misiones, Río Gallegos y La Pampa.
Miles de estudiantes ingresan de este modo a un acelerado proceso de experiencia política con el régimen, sus instituciones y las direcciones políticas al frente de la Universidad y sus organizaciones sindicales. El rechazo al gobierno hambreador y antieducativo de Milei adquirió características definitivas. El estudiantazo en marcha excede en alcance y en profundidad al movimiento de ocupaciones de 2016 y 2018.
El golpe de Estado económico de Milei y sus cómplices produjo una reducción salarial del 50% a docentes y no docentes. La realidad estudiantil no es muy distinta, ya que más de la mitad de los estudiantes universitarios se encuentra en la pobreza. El movimiento de las tomas no sólo defiende la Universidad sino que expresa una tendencia de fondo contra los golpes del gobierno y la ´inacción´ de toda una estructura político-institucional que colabora activa o pasivamente con la guerra liberticida contra la clase obrera. En el “conflicto universitario”, los rectores y sus fuerzas políticas son los que más trabajaron por el “acuerdo”, promoviendo todo un camino de negociaciones que incluye el arancelamiento a extranjeros, el recorte de las carreras y una gran reducción salarial a los docentes y no docentes, entre otros temas en agenda. Luego de haber conducido al movimiento a la encerrona del Parlamento, ahora pretenden subsumir la cuestión en el marco de la discusión del presupuesto 2025. Una vía muerta. El camino son las ocupaciones y las huelgas.
Los rectores y sus bloques políticos introdujeron la “Ley de Financiamiento” a sabiendas de que conducían a profesores y estudiantes a un pantano. Las ´fuerzas del orden´ han dado su veredicto. En un reciente posteo en X, Cristina Kirchner ´lamenta´ la situación universitaria pero también, y en especial, las tomas. Son los que mejor saben que el horno no está para bollos. En la oportunidad de movilizar contra el veto, los rectores y la burocracia de los sindicatos directamente le sacaron el cuerpo.
Entramos en una nueva etapa de la lucha universitaria. Junto a la generalización de las ocupaciones levantemos pliegos de reivindicaciones, por el salario y un aumento inmediato del 50% a docentes y no docentes y por todas las condiciones de estudio. Está planteado para todo esto la coordinación de las tomas y las acciones directas de lucha en camino a la huelga general educativa.
Unamos a la Universidad toda contra el gobierno y unamos a ella las luchas en curso de todos los trabajadores.