Cupón PBI: ahora hay que volver a pagar

Escribe Emiliano Fabris

Tiempo de lectura: 3 minutos

La Corte Suprema de Gran Bretaña puso un punto final y falló contra el Estado Argentino en la demanda que cuatro fondos financieros realizaron por el pago del “cupón PBI”, los bonos emitidos durante los gobiernos kirchneristas entre 2005 y 2010. También formó parte de la operación Guillermo Nielsen, hoy embajador en Paraguay del gobierno libertario. Como ya no quedan nuevas instancias judiciales, el gobierno deberá pagar los 1.300 millones de euros (1.500 millones de dólares) mientras que ya se ejecutarán en forma inmediata los 337 millones de dólares que fueron depositados por el Estado como garantía para las instancias previas de apelación.

Este es el derrotero del “desendeudamiento” K, un caballito de batalla levantado por el kirchnerismo que en realidad consistió en el rescate de títulos cuya cotización se encontraban por el piso por estar en default desde el 2001 y que otorgaba una prima si el PBI del país crecía más del 3,5 %, tomando como referencia el año 1993. Todo esto superó con creces la famosa quita del 40% que fuera festejada con bombos y platillos como la “más grande de la historia”. Este fallo abarca a fondos nominados en euros, bajo ley inglesa demostrando el servilismo económico y financiero que supuso ese canje de bonos que a la fecha sigue siendo redituable para sus tenedores. Todo esto fue denunciando en tiempo real por nuestra corriente política.

El juicio se originó ante la decisión tomada en el 2013 por el gobierno de Cristina Kirchner-Axel Kicillof –un dúo de “pagadores seriales” de la deuda pública- de modificar el año de referencia para calcular el crecimiento del PBI, sin el cual se estimaba que habría avanzado hacia un nuevo default. Los fondos buitres Palladian Partners, HBK Master Fund, Hirsh Group LLC y Virtual Emerald International Limited consideraron que hubo una reducción en el cobro de los rendimientos de los bonos que estaban en su poder. Exigieron que se utilice la fórmula original que estaba prevista hasta el año ¡2035! aunque se dejó de pagar en el 2011 porque no se registra un aumento del PBI que supere el 3,5% desde ese entonces. Por esto, ahora deberán ser indemnizados.

A pesar de entregar el oro argentino en Londres, de ratificar la ocupación inglesa sobre Malvinas y del alineamiento incólume con la OTAN, la justicia inglesa no tuvo piedad sobre el gobierno libertario. Por “X”, el presidente Milei cargó contra el kirchnerismo y les imputó 41.000 millones de dólares por este fallo más la causa Repsol (por la semiestatización de YPF), los fallos de Thomas Griesa por otros bonos en default y los intereses punitorios del Club de Paris. Es puro palabrerío porque esta cifra quedará empequeñecida ante el engrosamiento espectacular de la deuda que el propio libertario está protagonizando, con los bonos de deuda atados a la inflación, y otros que creó para pagarle a importadores y a los generadores de energía. Con la “Ley de Bases”, se ha colocado toda inversión petrolera y gasífera bajo los arbitrios del CIADI, otro tribunal internacional.

Este fallo es un claro recordatorio del inviable porvenir que cabe para el conjunto de la deuda pública argentina, una buena parte de ella bajo legislación extranjera. Otros fondos financieros que están litigando contra la Argentina han iniciado acciones para buscar embargar el oro que Caputo envió a Londres. Con un Banco Central con reservas negativas, el quebranto financiero es prácticamente inminente. Milei buscaría negociar con estos cuatro fondos favorecidos un acuerdo privado mediante nuevos bonos y quitas. Como en su momento Kirchner se valió del alcista precio internacional de la soja, Milei buscara ahora lo mismo con el gas y el petróleo, pero por el momento esta variable está a la baja y Petronas viene de bajarle el pulgar al proyecto de una planta de GNL para exportación.

En suma, con la “casta” las deudas de unos, las pagan los otros, pero con nueva deuda y un salto cada vez más profundo en la miseria social del pueblo como contrapartida. El auxilio financiero de los “mercados internacionales” se convierte en una carga insuperable que hunde al país en crisis mayúsculas. Con los Kirchner, Macri y Milei, el capital financiero se hizo de una vaca lechera.

Suscribite al canal de WhatsApp de Política Obrera