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“Mariano vive en la rebelión de los estudiantes”. Con esa consigna Política Obrera rindió este año su homenaje a Mariano Ferreyra, compañero asesinado en 2010 por una patota de la burocracia sindical ferroviaria. Una delegación de compañeros se hizo presente en Avellaneda. Tomaron la palabra el compañero de militancia de Mariano, Nelson, partícipe del corte de los tercerizados y herido en esa emboscada; Federico Fernandez, en representación de la Juventud de Política Obrera; y Juan Ferro, dirigente nacional del Partido.
En su intervención Nelson destacó que no ha habido otro momento que exponga más vivamente que este las causas y el significado del asesinato de Mariano. Esto cuando el gobierno aviva sus ataques a las condiciones laborales y de estudio, como lo demuestra la aprobación de la “ley de bases”. Sobre las 100 facultades tomadas por los estudiantes, se refirió a ellas como el primer movimiento de masas contra Milei, puntapié inicial para unificar la lucha estudiantil y la de la clase obrera. Recordando a Mariano convocó a replicar el proceso de autoorganización que muestran los estudiantes en la clase obrera, romper los diques de la burocracia sindical y abrir un camino revolucionario en Argentina.
Por su parte, Federico Fernandez, describió la movilizacion del 21 de octubre del 2010 por el juicio y castigo a los responsables del asesinato de Mariano y los problemas políticos planteados en esa etapa. Destacó el actual proceso de tomas y movilizaciones como un estadio inicial de lucha para liquidar al gobierno antiobrero, un primer paso a la rebelión popular. Finalizó recordando el significado estratégico de la bandera de Mariano y la lucha por el socialismo y el gobierno de trabajadores, en contraposición con el falso “ascenso social” de un régimen en decadencia.
Juan Ferro puntualizó las conclusiones políticas de todo este recorrido. Desde el desguace que significaron las privatizaciones hasta las tercerizaciones laborales, hijas del menemismo, pero llevadas al paroxismo por los gobiernos nac&pop. La burocracia organizó la patota en defensa de ese negocio que compartía con empresarios y funcionarios. Calificó a la lucha por el esclarecimiento del crimen de Mariano como el proceso más rico de la clase obrera de los últimos 20 años. Hubo por parte del Partido Obrero de ese entonces una estrategia revolucionaria al abordar el asesinato como “un crimen contra la clase obrera”.
Ferro también se refirió a la penosa actualidad del sistema ferroviario y al regreso de las tercerizadas, incluso contratando policía privada para detener la evasión del boleto, y el actual proceso de privatización de los restos del ferrocarril. Destacó la importancia de la movilización estudiantil como ruptura con el gobierno y como preámbulo de la entrada en escena de la clase obrera. Llamó a profundizar la rebelión, dotarla de un contenido político y programático y transformarla en el primer paso de una revolución obrera en Argentina.
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