Metalúrgicos: el pantano paritario que parece no tener fin

Escribe Cristian Míguez - Delegado Comisión Interna Acindar

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En noviembre debe reabrirse la negociación paritaria de la UOM. Por ahora, ningún tipo de referencia o consulta a los trabajadores. De hecho, así se viene manejando la directiva nacional de Abel Furlán, quien en discursos y congresos habla de “dignificar el salario” y salir a enfrentar esta política de ajuste, pero continúa cerrando a la baja los acuerdos salariales como pasó en el periodo julio-octubre o, peor aún, dilatando las negociaciones como pasa en la rama siderúrgica, donde se continúan percibiendo los mismos salarios que en junio.

Como hemos advertido en estas páginas varias veces, ya no alcanza siquiera con igualar los valores de inflación. La pérdida de poder adquisitivo de los metalúrgicos ha sido tan grande que los salarios se seguirán hundiendo. Esta situación no es nueva: para poder cumplir con los techos salariales que imponía el gobierno kirchnerista, en su momento, con Antonio Caló como secretario general, la UOM resolvió eliminar dos de las categorías más bajas dado que cobraban valores de indigencia. Para mantener oculto el magro salario de convenio, crearon el Ingreso Mínimo Global de Referencia (IMGR) que es el salario mínimo que percibe un metalúrgico –a menos que sea un ingresante, ya que en ese caso cobra menos aún. El IMGR no es base para horas extras o cualquier otro adicional y son varias las categorías de convenio que ya fueron absorbidas por el mismo.

Mientras que, durante septiembre, según el INDEC se necesitó de $964.620 para cubrir una canasta básica, el piso metalúrgico fue de $710.072 y pasará a ser de $ 727.823 a partir de octubre.

El contexto general creado por las definiciones políticas del gobierno antiobrero de Milei y el consiguiente impasse del sector industrial no debe paralizarnos. Por el contrario, es más necesaria la organización y articulación de sectores para poder enfrentar la especulación de las patronales, defendiendo no solo el salario sino también nuestras conquistas y puestos de trabajo.

Para ello es necesario desarrollar asambleas en todos los establecimientos donde resolver los paros progresivos y movilizaciones volviendo a demostrar la masiva predisposición a la lucha que existe en toda la base tanto siderúrgica como metalúrgica, con una perspectiva concreta de que el convenio inicie con la categoría ingresante cubriendo el costo de la canasta familiar y sea base para el resto de las categorías.

De lo contrario, todo ajuste, aunque sea replicando sólo los valores de inflación, seguirá sumergiendo en la pobreza a cada vez más metalúrgicos.

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La paritaria siderúrgica, otra vez en el pantano Por Jacyn, 15/10/2024.

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