Escribe Julio Gudiño
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La Cámara de la Industria del Neumático y el SUTNA sellaron un acuerdo paritario hasta diciembre de 2024. La anteúltima propuesta de Pirelli y Bridgestone fue de 9,85 % sobre los salarios de junio de 2024, no retroactivo y no remunerativo. Fate, por su parte, rechazaba cualquier aumento.
El acuerdo, según lo difundido en el Facebook del SUTNA, establece un aumento del 12,57 % sobre la base salarial de junio de 2024 y una actualización automática y retroactiva si la inflación supera ese porcentaje en el periodo julio-octubre. En noviembre próximo se incorpora un 1,62 % al salario de octubre y lo mismo en diciembre también con cláusula gatillo. El salario que perdieron los trabajadores entre julio y septiembre será compensado por una “gratificación extraordinaria, de pago único, no remunerativo ni contributivo”. Estos aumentos de salario nominales se incorporan al salario básico a partir de enero del 2025. La aceptación del acuerdo, por parte de la secretaría de Trabajo, revela la nueva política salarial de Milei-Caputo: con un pronóstico de aumentos decrecientes de precios para los próximos meses, impulsa una valorización tortuga de los salarios, que consolida la confiscación que han tenido desde 2018 y luego desde la megadevaluación de diciembre de 2023. Los trabajadores del Neumático, como ocurre en las paritarias de otros sindicatos y esta semana en la de la UOM han sufrido una perdida salarial como consecuencia de la dilación de las negociaciones paritarias, ya que un aumento en septiembre-octubre no devuelve el poder adquisitivo perdido desde junio.
Los aumentos no remunerativos, por otro lado, no aportan a la seguridad social. El punto 6 establece que “las empresas efectuarán una contribución extraordinaria a favor del SUTNA equivalente al 2 % de las sumas no remunerativas expresadas en el presente acuerdo sobre el total del personal afiliado a dicha entidad sindical y otra contribución extraordinaria con destino a la Obra Social del Personal de la Industria del Neumático (OSPIN) equivalente al 9 % de las sumas no remunerativas expresadas en el presente acuerdo sobre el total del personal afiliado a dicha obra social”. El desfinanciamiento de OSPIN había provocado una cancelación de prestaciones de salud que fue cuestionada por un número de activistas y trabajadores. La contribución “extraordinaria” se entiende que es por única vez. El punto 5 del acuerdo deja pendiente para diciembre la discusión la actualización el “bono de fin de año” que fuera conquistado en 2021.
El acuerdo paritario no será sometido a la aprobación de una asamblea, porque la comisión directiva nacional del SUTNA entiende que ha recibido un mandato otorgado en una asamblea general de abril pasado. Obviamente, las condiciones han cambiado en medio año desde aquella asamblea, cuando se votó a favor de un mandato de orden general, sin precisar reclamos o reivindicaciones “determinar acciones gremiales en pos de conseguir un aumento real de salarios”. En ese intervalo ocurrieron despidos masivos en todas las empresas, en especial Bridgeston y Fate, y una asamblea rechazó una propuesta patronal acordada con el SUTNA sobre régimen de trabajo y francos. Las asambleas no deben ser retaceadas sino alentadas, porque la función histórica del sindicalismo debe ser desarrollar la conciencia de clase de los trabajadores y desarrollar los métodos que regirán bajo un gobierno obrero y socialista.