Escribe Pablo Busch
Un acuerdo salarial en los términos de Milei-Caputo.
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La paritaria de la UTA terminó como era previsible: el paro anunciado para este jueves 31 se levantó luego del acuerdo entre el Gobierno, la UTA y las cámaras patronales.
Por este acuerdo los choferes pasarán a cobrar un básico de $1.140.000 en noviembre, $1.160.000 en diciembre y $1.200.000 en enero. Los choferes venían cobrando un básico de $1.060.000, congelado desde mayo pasado. El reclamo original de la UTA era de 20% retroactivo a agosto, lo obtenido representa sólo un 13,2% cuando se complete, recién a enero de 2025. Los adicionales se actualizarán también por el esquema vigente.
Las cámaras patronales condicionan los aumentos salariales a qué el Gobierno autorice una suba proporcional del precio del boleto o que compense la diferencia. “Las empresas vienen advirtiendo que si no tienen una mejora de sus ingresos, ya sea por una suba de los subsidios o del boleto que paga el pasajero, no iban a poder cumplir con los acuerdos salariales previos ni con una nueva pauta para lo que resta del año” (Infobae, 31/10).
El gobierno de Milei, si bien no liberó por completo las tarifas, autorizó aumentos sustanciales del boleto, redujo la ventaja tarifaria disminuida para combinaciones y derogoó una serie de regulaciones al transporte de media y larga distancia vinculadas a la seguridad. El precio del boleto mínimo pasó de $52,96 en noviembre de 2023 a $371,30 -para los pasajeros con SUBE registrada- y $590,10 para quienes no hayan registrado la SUBE. Representa un incremento del valor del boleto mínimo del 700% para las Sube registradas y del 1.114% para las no registradas.
Esta suba sideral del precio del boleto explica el apoyo rotundo de las Cámaras del Transporte al Gobierno Ha habido una caída de la venta de boletos – en septiembre se observaba una retracción del 11% en el subte en la cantidad de viajes y de 6,6% en el caso de los colectivos, respecto al año pasado. Desde hace años que las patronales reclaman una salida al régimen de boleto subsidiado por medio de un mega-tarifazo, su propio “golpe de Estado económico” contra los trabajadores. Actualmente, según su propio esquema de costos, plantean una ´tarifa técnica´ de $1.305. La dirección de la UTA actúa como agente de los reclamos patronales de mayores subsidios y de tarifazos.
Los trabajadores del transporte no pueden ser los convidados de piedra del acuerdo político de la UTA y los empresarios con Milei. El convenio representa una pérdida salarial de más de 20 puntos frente a la inflación. Como consecuencia de la baja en la cantidad de servicios, especialmente por el recorte de servicios nocturnos, la pérdida en los salarios es todavía mayor.