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La rebelión estudiantil contra el veto a la Ley de Financiamiento Universitario, impulsó la acción directa, las ocupaciones, cortes y marchas por el presupuesto, los salarios y las becas. Tanto el CIN (Consejo de Rectores de las universidades nacionales) como las conducciones de las federaciones que integran el Frente Sindical Universitario y la FUA, dieron la espalda a las ocupaciones estudiantiles. Para eso impulsaron acciones aisladas, incluido el vaciamiento de las tomas; los paros sindicales docentes y no docentes no se hicieron con ocupación de los lugares de trabajo sino, por el contrario, desalojando las tomas por medio del cierre de las instalaciones educativas. El propósito de los rectores fue alcanzar un compromiso con el gobierno, que preservara sus abundantes cajas financieras. La CGT se ha mantenido al margen de la lucha estudiantil, mientras negocia un acuerdo estratégico con Milei.
En este contexto, Tucumán ha presentado un conjunto de particularidades opuestas a esas tendencias regimentadoras y derrotistas. Es una de las jurisdicciones donde la lucha universitaria se ha desenvuelto de manera aguda y muy combativa, con paros masivos, grandes movilizaciones, con un sindicato docente, la ADIUNT, que ha apoyado resueltamente la rebelión estudiantil. El PTS, que tiene el liderazgo en el FITU, ha visto este cuadro combativo como negativo. Por eso ha lanzado una campaña contra la unión de los estudiantes y la organización docente universitaria. No es la primera vez que actúa de esa manera cuando procura copar un movimiento, en este caso el estudiantil, enfrentando a los que define como sus adversarios, por razones de aparato. La pretensión de quebrar, en Tucumán, la unidad docente-estudiantil es un servicio que hace a quienes quieren derrotar la rebelión universitaria. El frente estudiantil docente ha puesto en pie las asambleas de interclaustro e innumerables iniciativas conjuntas: grandes concentraciones callejeras y, recientemente, un Festivalazo.
El PTS, desde antes del gobierno de Milei y bajo el gobierno de Milei, ha manifestado, junto al FITU, una gran confianza en que la burocracia de la CGT lidere la lucha de los trabajadores. De modo contrario, la asamblea autoconvocada estudiantil, que recientemente sesionó en Plaza de Mayo, ha convocado, en forma independiente, a una tercera Marcha Educativa para el 12 de noviembre. La CGT, por su lado, está presionando por el levantamiento de esa Marcha, como lo prueba la demora organizativa para asegurar su concreción. En Política Obrera hemos votado llamar a esa marcha y proponer su concreción en la Asamblea de la Conadu (h).
ADIUNT en Tucumán, promueve la unidad del movimiento estudiantil de la unidad con la docencia combativa, que se ha forjado en la lucha misma. Las descalificaciones del PTS al sindicato clasista, como es el caso de ADIUNT, debe ser repudiada por todos los luchadores que se esfuerzan por desarrollar una nueva dirección de carácter clasista en la clase obrera
