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El cuarto muerto por estar expuesto al asbesto durante la jornada de trabajo en el subte fue Jorge Luis Navarro de 64 años de edad y que trabajó durante 15 en el taller Constitución. El cáncer de pulmón fue constatado como consecuencia de la exposición prolongada al asbesto por la auditoría médica y por la Superintendencia de Riesgos de Trabajo. Entre los trabajadores hay otros 107 que ya tienen diagnosticadas enfermedades producidas por la misma exposición.
La noticia trascendió el miércoles 13 y el 14 de noviembre los trabajadores realizaron una retención de tareas de dos horas, la empresa Emova sacó un comunicado solidarizándose con los familiares y no dijo ni una palabra de los coches que siguen conteniendo el material cancerígeno ni de la pausa impuesta al plan de desabestización en los trenes y talleres.
En 2018 se descubrió que el material estaba presente en carrocería y talleres, en 2020 las auditorías médicas afirmaron el número de afectados a esa fecha y a partir de ahí empezó la lucha hasta arrancar el plan de desabestización. Sectores enteros de trabajadores declararon el paro hasta que esté garantizado que su trabajo no les cueste la vida.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) las muertes por asbesto ocupan el 70 % de las defunciones por cáncer de origen laboral en el mundo, es la mayor causa y es denunciada reiteradamente por trabajadores a lo largo y ancho del planeta; sin embargo, en la Ciudad de Buenos Aires hay dos líneas que aún lo contienen. Por lo que el número de enfermos va a seguir creciendo.
Las tareas bajo tierra arrancaron la jornada de seis horas en el subte ampliando un turno completo para nuevos ingresos. Fue una victoria de la organización independiente de los y las trabajadoras del subte. Las luchas que sucedieron a esa conquista lograron el pase a convenio de los tercerizados. Pero los trabajadores, al no tener la insalubridad no pueden jubilarse de forma anticipada y la realidad es que ya son 4 los que no llegan a jubilarse porque mueren producto del cáncer contraído durante la jornada laboral.
La desvalorización del salario por tarifazos y los aumentos regulares llevó a que muchos trabajadores extendieran las seis horas con horas extras. Exponiéndolos más no solo a vivir bajo tierra la mayor parte de sus días sino también al material cancerígeno. AGTSyP, frente a la muerte de Navarro. se declaró en “alerta y movilización”.