La ficha limpia ensucia a todos

Escribe Silvina Yoga

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El Congreso nacional ha inaugurado un procedimiento bizarro para el tratamiento de los proyectos de leyes: en lugar de aprobarlos o rechazarlos por medio del voto, ha elegido el vaciamiento de las sesiones. Es lo que acaba de ocurrir con el proyecto de “ficha limpia”; la mayoría que dejó sin *quorum *el recinto prefirió esa ausencia en lugar de asistir y rechazarlo. La sesión convocada el día de ayer contó con ausencias de la casi totalidad de los bloques: ocho diputados de LLA y dos del PRO vinculados a la ministra Bullrich; el espacio de Pichetto “Encuentro Federal”, la totalidad de Unión por la Patria, el FITU y bajas en ambas fracciones de la UCR (en la de Lousteau-Manes y en la de De Loredo). El día anterior ocurrió lo mismo en el tratamiento del proyecto sindical del radical Tetaz, y para el de la iniciativa de derogar el decreto que anula tres artículos de la ley Financiera. En primer caso, el boicot corrió por cuenta del Encuentro Federal, la mayor parte (no todos) de la UxP, el FITU y la mayor parte de la LLA. En el segundo caso, se ausentaron sin aviso la mayor parte de la UCR, el PRO y LLA. El estado evidente de fragmentación política indudable es claramente funcional al gobierno, que no quería el proyecto sindical, tampoco la derogación de su decreto financiero y menos todavía la “ficha limpia”. Este proyecto del Pro prohíbe la candidatura a cargos públicos para todos aquellos que cuentan con una condena en dos instancias del Poder Judicial, aunque no tengan sentencia firme de la Corte Suprema. Un proyecto diseñado para proscribir a Cristina Kirchner antes del inicio del año electoral. El operativo ‘limpieza’ ha dejado ensuciados a todos.

El proyecto mismo no pasa de una provocación política, porque probablemente sea inconstitucional. Es obvio que no se podría aplicar en forma retroactiva, pero también contradice la facultad de la Corte de impugnar la condena de las dos instancias previas, aunque se limite a reclamar la revisión de lo juzgado. El oficialismo liberticida había abrazado con pasión el proyecto, al punto que Milei lo había hecho suyo en el discurso ante la asamblea parlamentaria en marzo pasado. El paso del tiempo oxidó la “motosierra”. Alguien le avisó al presidente que cargar con una proscripción en un año electoral, en la provincia de Buenos Aires, no era una táctica conveniente. Alguno de sus asesores podría haberle soplado también que la ausencia de CFK en los comicios, podría darle mayor aire electoral al Pro. Como muchos prefieren ignorar, el objetivo del “brazo armado” de LLA es aniquilar al macrismo; por un lado, para quedarse con CABA, y por el otro para polarizar en la Provincia. Milei necesita calmar las aguas en las vísperas de su designación por decreto de los dos jueces para la Corte, para todo 2025. El único impedimento para ello sería el incierto cuestionamiento del presidente de la Corte, que podría corregir la falta de dos jueces mediante el nombramiento de subrogantes.

El equipo liberticida está empeñado en gobernar por decreto, tener su Corte y su propio Presupuesto.

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