Elecciones de CONADU Histórica: que las bases decidan

Escribe Anahí Rodríguez

La política de la Asociación de Docentes de la Universidad de Tucumán

Tiempo de lectura: 3 minutos

El último congreso de la CONADU Histórica fijó el 8 de abril de 2025 como fecha para realizar el Congreso que elija la próxima Comisión Directiva.

El estatuto sindical establece una elección con listas nacionales, que responde muy bien a la uniformidad del aparato oficialista, pero que no toma en cuenta la diversidad política de las direcciones sindicales de oposición, que con este régimen sólo puede llegar con delegados al congreso por medio de una lista única. Por lo tanto, el Congreso deja de ser realmente tal, porque no permite la formación de alianzas a partir del debate político que se desarrolle en las sesiones. En las condiciones establecidas sería suficiente remitir los resultados de las elecciones, para que un escribano formalice el cambio de la Directiva de la Confederación –mayoría y minoría-. La lista que arme la oposición impedirá reflejar en el Congreso, bajo la exigencia de una plataforma común, la diversidad de posiciones políticas que la caracterizan. La elección de delegados al Congreso debería realizarse por universidad, en base a una representación proporcional. Los programas de unos y de otros quedarían perfectamente delimitados; en el Congreso podrían tener lugar los acuerdos circunstanciales.

Tampoco se respeta la real representatividad de las asociaciones sindicales. Habrá sobrerrepresentación para algunos y subrepresentación para otros. ADIUNT, el sindicato docente de la Universidad Nacional de Tucumán, tiene cerca de 2.500 afiliados y asignada la elección de seis congresales el 8 de abril; otras asociaciones -que no llegan a los 100 afiliados- van a tener tres congresales. Todo esto le ha servido para distorsionar la representación del oficialismo en la comisión directiva. Así, en la última elección, se presentaron dos listas: la minoría obtuvo nacionalmente el 40 % de los votos, pero sólo le correspondió el 20 % de los cargos, y quienes habían logrado el 60 % de la votación, se quedaron con el 80 % de los cargos.

La falta notoria de vocación democrática del oficialismo (CTA) se manifestó cuando se opuso a que en la Junta Electoral estuviera representada la o las minorías. El Congreso del 8 de abril tendrá una junta electoral monocolor. El régimen de unicato sindical tiene que ver con la adhesión del sindicalismo peronista a la colaboración de clases y con el Estado, mejor si éste se encuentra en manos “nacionales y populares”, pero sin renegar las oportunidades de los que son neoliberales o liberticidas, que por ese motivo defienden a capa y espada la estatización de los sindicatos (derecho a intervención estatal, conciliaciones obligatorias e incluso arbitrajes).

El oficialismo de nuestra Confederación representa a un Frente Sindical Universitario con la dirigencia burocrática de diferentes federaciones; en la crisis universitaria de este año ha buscado en todo momento un frente con los rectores. Junto a los rectores, el Frente Sindical ha apoyado la ley de financiamiento universitario, a pesar de que no preveía las partidas para un aumento del salario docente en función de la inflación. Esta orientación llevó los reclamos de la docencia a un callejón sin salida y a una derrota. Consecuentemente, el Frente Sindical Universitario saboteó políticamente la rebelión estudiantil, con el ‘sólido’ argumento de que esa rebelión era ajena a la paritaria docente universitaria. El FSU sólo admite la colaboración política con los estratos patronales, no con quienes, como los estudiantes, los desocupados y los inmigrantes expresan diversas formas de lucha contra la discriminación estatal. Existen versiones de que el oficialismo intentará unificar a la CONADU (H) con la otra CONADU, en el marco de una política de acercamiento a la burocracia de la CGT y a integrar con candidatos un todavía incierto frente kirchnerista para las elecciones intermedias de octubre próximo

Con esta delimitación en cuanto a métodos y políticas en la CONADU (H), pondremos a debate en nuestras filas la constitución de un frente opositor nacional, como lo hemos hecho en el pasado, y los puntos centrales del programa en las presentes circunstancias políticas nacionales e internacionales. La guerra imperialista mundial y la masacre que sufren los trabajadores, que en Palestina se ha convertido en “limpieza étnica”, debe ser discutida en los sindicatos, para propiciar una lucha unificada de los trabajadores de todo el mundo.

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