Suspensiones en Acindar: la cuerda, cada vez más tensa

El 2024 no tiene un buen cierre para los trabajadores siderúrgicos. El fin de año está signado por una discusión paritaria agotada, y al día de hoy seguimos percibiendo salarios de junio. Y en el caso de los trabajadores de Acindar Villa Constitución, además de notificarles vacaciones adelantadas durante noviembre y diciembre, ahora se agregan días de suspensión debido a “caída de ventas”, según la empresa.

A un año ya complejo con baja en la cantidad de turnos de trabajo y suspensiones rotativas, ahora se sumaron semanas de paralización total de varios sectores en diciembre y un acuerdo de suspensiones que sólo reconoce el 75% del salario de bolsillo. Vence el 31 de diciembre próximo y Acindar ya está planteando renovarlo.

Nadie puede aseverar cuan grande es la caída de ventas que acusa la patronal. Así como la paralización de la obra pública es un hecho de conocimiento público, vemos que los camiones se siguen despachando y las inversiones realizadas están instaladas y deben amortizarse. Sus márgenes de ganancia le permiten frenar la producción para forzar las discusiones que quieren imponer; reducir salarios y planteles con la excusa de la productividad; presionar a aquellos compañeros que ya tienen bastante antigüedad o alguna lesión, a retirarse de hecho. Los trabajadores representados por la UOM, en 2023, eran casi 1.200; hoy sumamos 975, lo que equivale a decir que ya se perdieron más de 350 puestos de trabajo. Además, con el argumento del agregado de tecnología, la empresa pretende imponer nuevos métodos de trabajo con menores planteles. Se están dando múltiples luchas sectoriales y de empresas contratistas defendiendo los puestos de trabajo actuales y resistiendo que se profundice la flexibilización laboral.

A partir de la próxima semana, el 100% de los sectores productivos estará paralizado. Sólo habrá despachos y algunas pocas tareas de mantenimiento. Desde el 2 de enero se comienzan a reactivar sectores, paulatinamente, y recién en la tercera semana de enero estarían todos los sectores activos, pero no al 100% de su capacidad. Ese será el tiempo que debemos aprovechar los trabajadores para reorganizarnos, debatir respecto a la paritaria, el acuerdo de suspensiones y los conflictos particulares, trazar nuestra estrategia en asambleas para instalar, pelear y conseguir nuestros reclamos.