Abajo la destrucción de la carrera profesional y las paritarias, inclusión de enfermería

Escribe Julián Asiner

Vamos por $ 2 millones de salario inicial para toda la salud pública.

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El gobierno y sus voceros mediáticos celebran supuestos logros económicos con miras a las elecciones de este año. Pero la mentada “recuperación” solo se observa en los títulos de la deuda externa y tiene como contrapartida un retroceso brutal de los salarios y jubilaciones. El derrumbe del consumo de carne, leche y pan a su mínimo histórico son la radiografía de la ‘otra’ economía, la de las familias obreras. La situación de los profesionales y trabajadores de la salud no escapa a este cuadro de profundo deterioro.

Según datos de la Federación de Profesionales, nuestros salarios perdieron un 30% de poder adquisitivo en 2024, a raíz de la devaluación que promovió Milei cuando asumió y que nunca fue compensada en las paritarias posteriores. Así, el sueldo de un residente de primer año apenas llega a cubrir el 50% de una canasta familiar -de acuerdo a las mediciones que contemplan el pago de un alquiler (CESyAC), ésta fue de 2 millones de pesos en CABA para noviembre de 2024. Para quienes logran, a costa de guardias y guardias, superar ese monto, pende la amenaza de pagar ‘ganancias’ al término del amparo vigente.

Peor aún es la situación salarial de enfermería. La negativa de la Legislatura porteña, a fines del año pasado, de votar su inclusión a la Ley 6035, se convirtió ahora en una ofensiva para liquidar a la carrera profesional misma. Ambos ataques contaron con el patrocinio de la burocracia sindical: la primera de la cúpula de SUTECBA, la segunda la de Médicos Municipales (AMM). La dirigencia de AMM, que tiene nulos logros para mostrar a sus afiliados, ofrece en cambio esta propuesta de fraccionamiento con la zanahoria de improbables beneficios.

La única favorecida con la división de los profesionales de la salud será la patronal: el gobierno porteño. Por eso la política de la burocracia peronista de AMM que encabeza Rojo tiene el aval entusiasta del macrismo gobernante. Para los trabajadores, el desguace de la carrera será el hundimiento final del salario y la liquidación de toda perspectiva de una paritaria unificada. Fragmentados entre médicos, no médicos, enfermería y administrativos, Quirós y Macri gobernarán a sus anchas pisoteando el sueldo de profesionales y trabajadores de la salud.

Frente a esta situación, Federación de Profesionales ha convocado a reuniones en los hospitales. No se trata, sin embargo, de esperar a marzo, para que los hechos se sucedan. La mejor defensa de la carrera es una lucha ahora, unificada, sin distinción de disciplina, especialidad, categoría o forma de contratación, para elevar el salario inicial de todos los trabajadores de la salud a 2 millones de pesos, el nivel de la canasta familiar. Es la recomposición que exigen, por otra parte, las necesidades de nuestras familias.

Finalmente, si la zanahoria divisionista de la burocracia de AMM tiene algún asidero, es por la imperiosa necesidad de médicas y médicos de salir del pantano actual. Es lo que se evidencia en la enorme cantidad de renuncias y cargos vacantes en los hospitales y CeSACs, mientras el gobierno incrementa la presión por un mayor control de las agendas e intensifica los ritmos de trabajo. La lucha por elevar el salario se traducirá en mejores condiciones de trabajo, ya que su contracara es la condena al pluriempleo y la precarización laboral.

Desde las luchas de residentes y concurrentes a las peleas contra el cierre del Bonaparte y el Centro 1, la experiencia de los últimos años demuestra que la movilización contra los atropellos de los gobiernos no provendrá de los aparatos controlados por la burocracia sindical, sino que emergerá a través de autoconvocatorias y de la organización independiente. Impulsemos y participemos, en esta perspectiva, de las reuniones y asambleas hospitalarias e interhospitalarias, para colocar en agenda la lucha por el salario y las condiciones de trabajo, contra todo intento de dividir aún más a profesionales y trabajadores de la salud. Las únicas mejoras reales serán aquellas que arranquemos a través de la lucha y la organización propia.

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