Tiempo de lectura: 2 minutos
La Fraternidad, el sindicato de los maquinistas, anunció hace una semana un paro de trenes para este martes 28 de enero, luego de que se venciera la conciliación obligatoria y se agotaran las instancias de negociación paritaria con el Gobierno. La huelga, que se extenderá desde las 9 de la mañana hasta las 17 horas, se realizará para que un plenario del Sindicato delibere sobre las medidas a tomar. El Gobierno trabaja a contrarreloj para llegar a un acuerdo con Maturano y evitar el conflicto.
El último lunes las autoridades de Ferrocarriles desecharon nuevamente la propuesta de recomposición salarial propuesta por el sindicato conducido por Maturano, que consiste en el pago de una canasta básica alimentaria equivalente al 10 % del salario de los trabajadores, de alrededor de 153.000 pesos, en compensación por el desfase inflacionario que viene desde septiembre pasado.
En declaraciones a Infobae, representantes del gremio plantearon que “no estamos discutiendo dinero, sino alimentos, porque queremos garantizar el carácter alimentario del salario ferroviario y proteger el poder adquisitivo de los trabajadores”.
La escalada entre el Gobierno y la Fraternidad lleva varios capítulos: durante octubre, realizaron trabajo a reglamento, manejando los trenes a 30 kilómetros por hora. En diciembre, habían anunciado un paro general, que fue levantado por la conciliación obligatoria. El plazo conciliatorio finalizó la semana pasada, por lo que las partes quedaron liberadas. Los ferroviarios de conjunto (choferes, boleteros, guarda barreras, etc.) están entre los sectores de trabajadores que más perdieron salarios desde el comienzo del gobierno de Milei.
Mientras congelan salarios, los representantes del gobierno en Ferrocarriles vacían la inversión, la seguridad y demás aspectos de la gestión del ferrocarril. La línea del Gobierno es una reprivatizacion de los ferrocarriles, liquidando además los multimillonarios terrenos que el ferrocarril tiene en todo el país. Respecto de los subsidios, el Gobierno tiene en agenda la liquidación de los mismos, lo que en los hechos representa un nuevo tarifazo. El propio Maturano, dirigente de La Fraternidad, ha señalado en reportajes televisivos que no tiene objeciones a una privatización.
La Unión Ferroviaria de Sasia no solo apoya la orientación privatizadora del gobierno, sino que ha carnereado los paros del transporte convocados por la CATT y la UGATT contra el Gobierno, y ahora lo hará con el paro fraterno.
Maturano, secretario general de la Fraternidad, estuvo siempre a la derecha de los demás gremios ferroviarios. No están claros los fundamentos de esta confrontación con el Gobierno, al margen de la línea general de la CGT. Un análisis tradicional explicaría el accionar de la burocracia por encontrarse bajo una olla a presión donde los trabajadores no aceptan una rebaja salarial más. Pero no hay expresiones independientes del sindicato entre los choferes de trenes, o por lo menos no en mayor medida que otros sectores de la CGT.