Escribe Jime Bal
SAMEC, Hospital Castellanos.
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Esta semana salió a la luz una valiente carta de los trabajadores del SAMEC -la empresa de traslados de emergencia de Salta- donde denuncian la gravísima precarización laboral a la que están siendo sometidos por parte del gobierno de la provincia y advierten que temen represalias y ser despedidos por denunciar la situación.
Se animan a contarnos a toda la población que son obligados a realizar guardias de 24 horas que no son pagas y no tienen los elementos necesarios para salvar vidas; y como ellos mismos escriben en su carta, están “sobreviviendo” en todos los aspectos. Debemos de alertarnos de esta situación de casi esclavitud que viven los trabajadores de la salud, la mayoría de ellos en negro y con salarios miserables.
En la noche del 19 de abril, 49 trabajadores de la Salud precarizados, del hospital “Joaquín Castellanos”, del departamento de Gral. Güemes, retomaron los cortes de la ruta nacional 34, exigiendo el pase a planta de los trabajadores incorporados en la pandemia, incluidos en los pedidos de la carta de los trabajadores del SAMEC.
Aunque Sáenz se jacta de haber recaudado más de 2 mil millones con su política fascista de cobro a los extranjeros, vemos acá una clara muestra de que la misma no va a mejorar el sistema de salud de los salteños, sino todo lo contrario. La desinversión, que nos lleva directo a la privatización, es lo que prima en la política del gobierno de Salta. Punta de lanza del ajuste del Milei y el FMI.
El ministro de Salud, Federico Magione, salió a responder en medios que “aunque corten la ruta, no van a cambiar la situación”, “es lo que hay”, “no tenemos plata”. El Ministerio les ofrece como salida que acepten la precarización casi esclavista a la que son sometidos o que renuncien. Que solo les queda esperar que “otros se jubilen o mueran”.
Este planteo político intenta desmoralizar a los trabajadores que intentan levantar la cabeza en cuadro de opresión y flexibilidad tremendos, que aplica el mismo gobierno provincial y que no le avergüenza decirlo a los cuatro vientos. Al igual que el planteo fascista de Grabois -de trabajar o al paredón- los representantes de las diferentes facciones del régimen, impulsan una política de derrota hacia los trabajadores.
Los trabajadores debemos ser conscientes de esta posición fascista frente a nuestros reclamos y organizarnos con mayor conciencia e independencia de clase. Ellos saben que, para imponer la política de la deuda con el FMI, deben derrotar a la clase trabajadora, tanto el gobierno de Milei como los “opositores”, todos garantizado el nuevo acuerdo en el Congreso.
Desde Política Obrera llamamos a los trabajadores a deliberar y organizarse mediante autoconvocatorias y con total independencia de la tutela de la burocracia sindical y las facciones del régimen. Los trabajadores de Salta, si nos unimos como clase, podemos derrotar al Milei salteño.