Paro nacional de la UTA: ¿otro amague más?

Escribe Pablo Busch

La situación explosiva de los trabajadores del transporte.

Paro nacional de la UTA: ¿otro amague más?

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La Unión Tranviarios Automotor (UTA) anunció que este martes llevará adelante un paro por 24 horas por las paritarias de los choferes de media y corta distancia.

La discusión salarial entre las Cámaras del Transporte y la UTA no sale de la miseria. Los empresarios ofrecieron por los meses de febrero, marzo, abril, mayo y junio, un incremento remunerativo de menos del 6 % a pagar a partir del mes de junio. Con ello se ofrecen sumas no remunerativas de $40.000 para el 26 de mayo; $50.000 el 16 de junio y $70.000 el 15 de julio. La UTA calificó esta propuesta de una falta de respeto, pero no está tan lejos de lo que ella misma está pidiendo.

El acuerdo Milei-UTA

La UTA viene de realizar una maniobra conjunta con el Gobierno para bajarse del paro nacional del 10 de abril: Roberto Fernández, secretario general de la UTA, anunció un paro que disparó inmediatamente la Conciliación Obligatoria de la Secretaría de Trabajo. Ahora esa Conciliación se venció y la paritaria de los choferes sigue sin resolverse. En una muestra de apoyo político al Gobierno, la UTA no adhirió a los paros nacionales de la CGT ni a los paros de la Confederación del Transporte (CATT).

La UTA pertenece al listado de paritarias que, en 2024, fueron congeladas, como ocurrió con la UOM y los ferroviarios. Los salarios de los choferes nunca estuvieron tan bajos en la escala salarial: quedaron en 1 millón de pesos desde abril hasta enero. En la actualidad, un chofer de colectivos de corta y media distancia tiene un básico de 1,2 millones de pesos. Los choferes de chárters y combis están todavía más abajo.

“Los trabajadores no damos más”

El derrumbe salarial de la UTA ha creado una situación explosiva en las líneas de colectivos: la cantidad de choferes que renuncian es inmensa. Entre la inseguridad, la responsabilidad civil y los salarios de hambre, conviene buscar nuevos horizontes. Así lo reflejó un chofer de la línea 39, interpelando a Roberto Fernández: “los trabajadores no damos más”. Los que se quedan, para vivir, lo hacen “dobleteando”, que en la jerga de los colectiveros significa hacer doble turno (en negro) y manejar 16 horas diarias para vivir.

La inseguridad en los recorridos es un detonante de las condiciones explosivas que contiene el régimen de trabajo del transporte. La semana pasada, los trabajadores de Almafuerte, un conglomerado de líneas de colectivos de La Matanza, realizaron una huelga ante el ataque a uno de los choferes. Durante la movilización que realizaron los choferes, el reclamo salarial empezó a ocupar un lugar predominante, al punto de que el blanco de los choferes no era solo el poder político y la policía, sino principalmente la UTA.

Una confiscación salarial histórica

Los monopolios del transporte continúan recibiendo subsidios multimillonarios, a pesar de haber aumentado el boleto de colectivos 640 % desde el inicio del gobierno de Milei, es decir, casi cinco veces por encima de la inflación acumulada en ese período. Fue el servicio público que más subió en el AMBA, según datos del Observatorio de Tarifas y Subsidios del IIEP UBA-Conicet. Dese el 1° de mayo en la Ciudad, los colectivos, subtes y el premetro cuestan un 5,7 % más. En provincia, los pasajes en colectivo subieron un 5,9 %. Las patronales, en el aumento del boleto de un mes, se cobran una paritaria de 5 meses.

El esquema de subsidios a los servicios, en este caso al boleto, representaba un subsidio indirecto al capital, porque la clase capitalista se ahorraba de pagar en el salario de sus trabajadores el costo del viaje en colectivo. Pero ahora los trabajadores pagan el precio del boleto prácticamente completo y los capitalistas siguen sin pagarlo en los salarios: una transferencia gigantesca de recursos del proletariado al capital en solo un año. El intento a medias de salida del esquema de subsidios tiene como grandes ganadores a los empresarios del transporte y a los capitalistas y como grandes víctimas a los trabajadores del transporte y a los trabajadores usuarios, que pagan una parte cada vez mayor del salario para viajar en colectivo. La crisis del sindicalismo se manifiesta en que ningún sindicato del país ha planteado un reclamo de viáticos ante esta nueva situación.

Con o sin paro de UTA

El Gobierno trabaja febrilmente para evitar que el paro de la UTA se realice. Durante la jornada de hoy, realizará una reunión virtual. El Secretario Gremial de la UTA afirmó: “Ellos dicen, por un lado, que nos detengamos con el paro, pero, por otro lado, te dicen que van a homologar el acuerdo únicamente con el tope del 1 %”.

Como en los últimos anuncios de la UTA, se espera que, a último momento, las partes lleguen a un compromiso y se levante el paro, incluso sin nada en la mano para los choferes. Es hora de que los trabajadores del transporte tomen la defensa de los salarios en sus manos, con paro de la UTA o sin él, impulsando asambleas por línea, votando un reclamo salarial del 100 % del básico, conformando coordinadoras zonales para organizar acciones de lucha. Las asambleas de la 60 son un indicador del clima explosivo que se vive en el interior de las líneas.

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