El debate sobre las elecciones provinciales de ayer

Escribe Marcelo Ramal

El debate sobre las elecciones provinciales de ayer

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Las elecciones del día de ayer se caracterizaron por una participación de votantes excepcionalmente baja. Los porcentuales oscilaron entre el 57 % del Chaco y el 65 % de San Luis. En el conjunto de las provincias que votaron sólo fueron superados -hacia abajo- por los comicios que tuvieron lugar a la salida del Covid.

En ese cuadro, se destaca la victoria de las fuerzas de los gobernadores provinciales. Los diarios de finanzas saludan como “dato positivo” a estas victorias locales. Los ganadores han sido gestores directos de los mayores intereses capitalistas. En Jujuy y Salta, como lobbystas de los intereses mineros que prometen una salida económica a la crisis de las actividades comerciales o turísticas, golpeadas por el “dólar barato”. Estos oficialismos se han destacado también por su empeño en avanzar contra luchas obreras, como ocurriera con las huelgas docentes y estatales jujeñas en 2023, o en el caso de Sáenz contra maestros y trabajadores de la salud.

Pero en el cuadro de la marcada abstención, las victorias locales reunieron votaciones porcentuales elevadas que, no obstante, marcan un retroceso de los votos en términos absolutos. Ya había ocurrido lo propio con Pullaro, en las recientes constituyentes de Santa Fe. En medio de la disminución de votantes, los gobernadores fueron más efectivos que las fuerzas que se disputan el escenario nacional -libertarios, macristas, pejotakirchneristas-.

Milei celebró las elecciones provinciales con un tuit donde destaca, no los resultados, sino a su hermana Karina. Karina impulsó la política de intervenir en las elecciones anticipadas, ya sea por la vía de construir listas propias o ya de establecer coaliciones. Santiago Caputo, en cambio, las considera un paso en falso. ¿Quién tuvo razón? La Libertad Avanza consiguió la victoria en la capital de Salta, mientras que en el Chaco consagró dos diputados en la lista del gobernador radical Szabo. En las otras provincias LLA quedó relegada al segundo o tercer lugar. La camarilla libertaria “dura” de Caputo, en cambio, aspira a lograr una victoria en octubre y, por esa vía, disciplinar a los gobiernos provinciales. Abonando esta conclusión, el mileísmo, incluso con progresos locales, retrocedió enormemente respecto de la primera vuelta de 2023. En Jujuy, cayó del 40 % al 20 % en la votación de ayer. En Salta, con proporciones similares. Para LLA, el armado de una fuerza política propia a escala nacional y con capacidad de conquistar un conjunto de gobernaciones es, por ahora, un objetivo lejano.

La elección fue un golpe monumental al pejotakirchnerismo, que se presentó con múltiples divisiones y quedó relegado al tercer o cuarto lugar en la mayoría de las provincias. Caudillos de largo recorrido, como los Rodríguez Sáa en San Luis o Capitanich en el Chaco, resultaron sonoramente derrotados. La liquidación de los aparatos asistenciales que reclutaban para el trabajo precario y manejaban presupuestos fabulosos, como ocurriera en Jujuy o en Chaco, representó un golpe severo al pejotismo. La población de los barrios que no fue a votar se reparte entre los votantes del peronismo y los de Milei en 2023. En cuanto al macrismo, las elecciones provinciales anticipan un principio de desaparición política.

Los oficialismos provinciales han sido los depositarios transitorios de un impasse político que envuelve a los grandes aparatos nacionales, sin excluir al propio gobierno libertario. Las victorias provinciales no le dan una salida a ese impasse, sólo auguran choques que se multiplicarán con la cercanía de las elecciones nacionales. En Salta, el mileismo dejó correr la victoria de su aliado Sáenz en la provincia; ahora, y con vistas a octubre, se iniciará una lucha sorda por quién consagra a los diputados nacionales, si Milei o Sáenz. Milei y los Caputo no quieren depender de un régimen de acuerdos (o sobornos) parlamentarios, aspiran a que las elecciones nacionales les aseguren una mayoría propia. Los gobernadores, por el contrario, defenderán el derecho a sostener sus pactos con el gobierno nacional, en el marco de la defensa de intereses capitalistas comunes (minería, petróleo, extensión del RIGI).

El FITU no ha sido un factor político en las elecciones provinciales. En su votación más destacada, en Jujuy, donde consagró dos legisladores, estuvo lejos de los porcentuales del 25% alcanzado en elecciones anteriores. En Salta Capital, el conjunto de las listas obtuvo el 8 %. La crisis planteada por las expulsiones en el Partido Obrero han sido un factor fundamental del retroceso, el cual encontró un punto de reagrupamiento y reconstrucción en la lista de Política Obrera, que reafirmó un electorado. En el Chaco, el aparato del PO estuvo lejos de la votación que consagró en su momento a un diputado provincial.

El “turno provincial” ha dejado pendientes todas las cuestiones irresueltas de la crisis política. El gobierno apuesta a encaminarlas con una operación económica extraordinariamente parasitaria. Los recursos del FMI y otros organismos asegurarán el pago de los vencimientos de deuda próximos, así como la estabilización ficticia de un dólar de 1150 pesos. Pero esa política acentuará las contradicciones económicas, que se expresan en un parate industrial agudo, en la escalada de quiebras empresarias y, a pesar de ello, en una inflación recurrente. El impacto de estos cimbronazos en las provincias es muy claro. Es necesario responder a esta crisis con un desarrollo de carácter obrero y socialista, con el reclutamiento de los activistas y luchadores más destacados y la preparación de fuerzas para la lucha electoral que se viene, en primer lugar, en la estratégica provincia de Buenos Aires.

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La fragmentación del escenario electoral de los oficialismos Por Marcelo Ramal, 22/04/2025.

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