Escribe Julio Gudiño
Las patronales boicotean las paritarias en medio de salarios atrasados.
Tiempo de lectura: 2 minutos
El jueves pasado la “Comisión Directiva” del SUTNA, reducida a Alejandro Crespo luego de la ruptura del secretario Gremial y el Tesorero, convocó a un nuevo paro por 24 horas, luego de que las patronales ratificaran su propuesta de rebaja salarial que llevan sistemáticamente a cada una de las audiencias en la secretaria de Trabajo de la Nación. En concreto, las patronales ofrecen para todo el primer semestre de 2025 un 10% no retroactivo (3.3% para cerrar la paritaria 2024/2025 y un 6.7% para el primer trimestre de la paritaria 2025/2026) mientras la inflación acumulada para todo ese período rondará el 17%.
Este nuevo paro aislado, el cuarto en seis meses, no fue refrendado por ninguna asamblea general y se produce luego de decenas de reuniones ministeriales que siempre han terminado en lo mismo: “Atento el estado de autos, el funcionario actuante exhorta a las partes a negociar en un ámbito de buena fe, y a que extremen los esfuerzos con el fin de permitir encontrar una solución al objeto de la presente negociación”. La política de las patronales ya no puede ser tomada como “dilatoria”, como lo hace el oficialismo para justificar sus propias dilaciones, porque es claro que se trata de una tentativa de liquidar el derecho de negociación, que Milei tiene previsto para después de las elecciones de octubre. Pirelli y Bridgestone decidieron liquidar los salarios de este mes con un 6% extra a cuenta de futuros aumentos –en forma unilateral.
Diversas corrientes gremiales que rompieron con la Lista Negra vienen denunciando que el congelamiento salarial es resultado de “(…) medidas aisladas y sin ninguna efectividad sobre las patronales del Neumático. El método de negociación de la actual conducción está totalmente agotado. Sus estrategias no funcionan, no logran arrancarles ni un peso a las empresas; mientras tanto, somos nosotros, los trabajadores, quienes pagamos el costo de su ineficacia y la falta de acción para que se cumplan nuestros derechos” (Lista Azul). Esta situación, agrega la Lista Independiente, se da en el marco de un ascenso de luchas obreras que surgen de abajo que “marcan el camino”.
El congelamiento salarial se produce al mismo tiempo que las patronales buscan recomponer sus beneficios industriales por medio de despidos masivos y cambios en la organización de los sistemas de trabajo que redundan en un aumento sostenido de la tasa de explotación de la fuerza de trabajo.
El acatamiento al paro último en la industria fue disímil. En FATE, por ejemplo, el paro fue total, no así en Pirelli y Bridgestone. Esta situación es el resultado de los paros aislados y de los cabildeos infinitos en los ministerios sin resultados a la vista. Por otro lado, la Negra trastocó el planteo “la participación activa y consciente de los trabajadores” por los “mandatos” a la “dirección” del sindicato, que toma medidas y acciones al margen de la participación del cuerpo de delegados y la masa obrera. Esta política, alentada por el Partido Obrero, provocó un distanciamiento creciente entre los trabajadores y la dirección del Sindicato.
Está planteado pelear por la convocatoria a asambleas por fábrica para votar un pliego de reivindicaciones paritarias, un plan de lucha y veedores electos por la base para asumir el desafío de unir al gremio en un solo puño y por medio de la lucha conquistar todas las reivindicaciones pendientes.