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La ola de frío polar sobre toda la región, cuya llegada era conocida desde hace varios días, obligó al gobierno a improvisar sobre los hechos consumados. El Ministerio de Educación provincial emitió una resolución el mismo lunes 30 de junio autorizando a supervisores y directores a adaptar la modalidad -virtual o presencial- dependiendo la situación de cada escuela.
El gobierno de Jujuy ha intentado evitar la suspensión las clases, como han hecho Tucumán y Catamarca frente a esta ola de frio que impide el normal dictado en la mayoría de las escuelas. Una suspensión de las clases pondría al desnudo que las escuelas no están en condiciones de dictar clases bajo este frio. Sin calefacción en la mayoría de las escuelas, muchas con vidrios rotos y sin la infraestructura necesaria, sin mantenimiento y muchas veces sin conectividad, no sólo no se puede dictar clases, sino que pone al desnudo que el crédito de 300 millones de dólares que tomó el gobierno para hacer escuelas nuevas y reparar las que ya existen, se ha evaporado y nadie rinde cuentas.
Esta medida, que se podría haber definido la semana pasada, ha terminado siendo una improvisación desesperada tomada el mismo día lunes, cuando se podría haber trabajado durante la semana para preparar las condiciones de dictado. Con los hechos consumados, con los docentes rurales y del interior que ya han viajado a las escuelas, el gobierno saca este decreto donde establece que los docentes deben presentarse en las escuelas, aun cuando se haya definido una modalidad de clases virtuales. La medida queda abierta y se irá evaluando día por día si se mantiene un dictado de clases presencial o virtual, aun cuando la ola polar en la provincia va a impactar fuertemente durante toda la semana. La medida significa una carga extra para los docentes que deberán planificar una clase virtual mientras también tendrán que atender a los alumnos que se presenten en las escuelas.
El gobierno provincial pone en riesgo la salud de los niños y los trabajadores para intentar superar los 190 días de clases que estableció el Consejo Federal de Educación. Tampoco ha evaluado la posibilidad de adelantar el receso de invierno frente a esta ola de frío, que en algunas regiones de la Puna ha llegado a -18 grados, como fue en Abra Pampa.
Desde ya que la suspensión de clases o incluso el adelantamiento del receso es pan para hoy y hambre para mañana. Las escuelas en general en la provincia no cuentan con los recursos necesarios para las olas de calor extremo en verano y de frio extremo en invierno. Muchas escuelas inclusive no están diseñadas para las condiciones climáticas de cada región de la provincia, sino que son un mismo modelo que se construye en serie. En el caso de las escuelas viejas, no tienen mantenimiento necesario y en muchas escuelas de jornada extendida los chicos van a la escuela a recibir una colación y una comida caliente.
La ola polar que atraviesa la provincia se da en un cuadro de luchas docentes contra las paritarias de miseria del gobierno provincial, en sintonía con las paritarias de Milei y los reclamos de los maestros de ADEP contra el fraude de las elecciones del gremio.
La ola polar no sólo ha expuesto el cuadro de vaciamiento edilicio y la falta de obras, sino la incapacidad del gobierno de abordar la situación en función de los intereses de la comunidad educativa. Los reclamos de mayor presupuesto, mantenimiento y obras para las escuelas se suman a la lista de reclamos sobre condiciones laborales y reapertura de paritarias.