Escribe Alejandro Barton
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Mediante un decreto del 2/07, el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, designó a Rubén Buzzuno (dirigente del sindicato docente porteño UTE) en el directorio de la ObSBA (la obra social de los docentes y municipales del GCBA) (Mundo Gremial 4/07). Con este ingreso, la dirección Celeste de la UTE corona un proceso de integración al Estado y de vaciamiento de su vida sindical.
UTE, que nunca organizó a la docencia para enfrentar la quiebra de ObSBA, ahora comparte con las burocracias de SUTECBA (el sindicato de los municipales de CABA), UDA (sindicato docente nacional enrolado en la CGT) y la Asociación de Médicos Municipales, la responsabilidad de la gestión de una obra social quebrada, con cirugías suspendidas, ausencia de medicación oncológica y de tratamiento de diabetes, falta de cobertura en las provincias, entre otras desatenciones. Vale aclarar que ObSBA no es administrada sólo por los sindicatos mencionados. En su dirección participa el Gobierno de la Ciudad, desde que en 2007 es intervenida y judicializada por Mauricio Macri (Jefe de Gobierno, entonces), supuestamente como “respuesta” al vaciamiento al que había llevado su gestión bajo SUTECBA. A partir de entonces, el desfalco es compartido por la burocracia sindical y las camarillas privatistas vinculadas a los funcionarios del gobierno porteño (ver Política Obrera 28/01/2022).
La pandemia COVID-19 y sus consecuencias en el sistema sanitario agudizó la situación de quiebra de la obra social. En 2022 se desarrollan importantes movilizaciones autoconvocadas. UTE fue totalmente ajena a este proceso. Luego de meses de desarrollo del conflicto, constituyó una “multisectorial por la recuperación de ObSBA”, que buscó deslindar a la burocracia de SUTECBA del desfalco, limitando la responsabilidad al gobierno porteño.
A tres años de aquellas movilizaciones, el desfalco continúa. “Desde mediados de diciembre, más de 300 000 afiliados dejaron de recibir atención por parte de 61 prestadores de la cartilla médica” (lacolectiva.org.ar, 10/01/25). Movilizaciones autoconvovadas a la sede de ObSBA se han reeditado en febrero de este año.
Este es el cuadro en el que el gobierno porteño incorpora a UTE a la gestión de la obra social.
La integración de UTE a la gestión de ObSBA mediante un decreto del gobierno porteño corona todo un proceso de colaboración política que, aunque no se exprese de forma explícita, no por eso deja de serlo. Desde el inicio del gobierno de Jorge Macri, frente a los ofrecimientos salariales del gobierno, si bien no ha firmado ningún acuerdo, se limitó a expresar que “queda a consideración de los cuerpos orgánicos” sin haber convocado en ningún momento siquiera a sus amañados plenarios de delegados (¡que no se convocan desde antes de la pandemia COVID-19!); es decir, validó en los hechos la política de licuación salarial del Gobierno y desmovilizó a la docencia.
La misma política de colaboración con el gobierno porteño se expresó en la implementación del BA Aprende, que ha dejado a las escuelas que han ingresado al plan con un 40 % de su planta en disponibilidad, sobrecargados sus trabajos y degradados los contenidos educativos. Todo el proceso de lucha docente de 2024 de rechazo al “BA Aprende” se ha producido a espaldas de la dirección de UTE que, frente a los requerimientos de delegados de escuela del sindicato, se limitó a decir que “no actuemos irresponsablemente cuando aún no tenemos certezas”, cuando los documentos de rechazo de la docencia eran elocuentes sobre sus consecuencias. Nuevamente, la política de dejar pasar sin decir nada y desmovilizar a la docencia.
Esta política de la dirección Celeste de UTE ha quebrado su relación con los delegados de escuela del sindicato. Como manifestación de esto, las dos asambleas contra el BA Aprende del 7 y 14/06 fueron convocadas centralmente por delegados de escuela de UTE, independientemente a la dirección del sindicato, ante el “silencio” de la misma.
El derrotero señalado indica la caducidad de esta burocracia. Ninguna recuperación de la organización sindical como herramienta de la lucha docente vendrá de la mano de exigirle “planes de lucha” a esta dirección. Son las convocatorias de delegados de escuela (tanto de UTE, de Ademys, como del activismo sin filiación sindical) las que construirán la dirección de las luchas en curso.