Docentes y estatales bonaerenses: Kicillof cerró las paritarias salariales hasta febrero

Escribe Emiliano Fabris

Preparemos un no inicio y paro por tiempo indeterminado

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En vísperas de la Navidad, el gobernador Kicillof congregó a las cúpulas de los sindicatos docentes y estatales para comunicarles que la actualización salarial recién se discutirá a mediados de enero para, eventualmente, plasmarse en los salarios de febrero. Como la última paritaria se cerró en agosto para otorgar aumentos en septiembre y octubre, los trabajadores arrastramos dos meses —y el que viene— sin aumento, cuando solo en noviembre ya hubo una inflación del 2,5%. Los incrementos para los estatales acumulan durante el 2025 un 25,9%, quedando por debajo de la inflación que las consultoras del Banco Central estiman que finalizará en un 30,4%. Los salarios iniciales en la docencia implican que una maestra de grado recibe de bolsillo $713.217,15 por un cargo, mientras que un profesor con 20 módulos percibe $927.517,66; ambos montos por debajo de la canasta de pobreza.

De nuevo, este brutal ajuste salarial ha sido fundamentado en “la caída en la recaudación y la falta de coparticipación”, esto último referido al recorte de las transferencias de Milei. Según Kicillof, estaría priorizando el “sostenimiento de los puestos de trabajo”. Recientemente, el gobernador estuvo a punto de quedarse sin presupuesto para el 2026 y sin autorización para emitir nueva deuda pública para hacer frente a próximos vencimientos; una situación que finalmente superó urdiendo acuerdos con intendentes peronistas, radicales y macristas, sumado a un obsceno reparto de cargos en el directorio del Banco Provincia. En medio de esta crisis, amenazó con la “imposibilidad de pagar los aguinaldos”, que finalmente pagó, aunque por segundo año consecutivo lo hizo dos días después de lo establecido por la ley. Kicillof parece dispuesto a quebrar el ingreso de los trabajadores, pero no el de los usureros de la deuda provincial, una carga que se engrosó notablemente durante el gobierno de María Eugenia Vidal y que Kicillof ha hecho suya, pagándola con primas. El presupuesto que propuso aprobar no resuelve la caída de la recaudación, mantiene una fuerte carga impositiva sobre los trabajadores y no incrementa en absoluto los gravámenes sobre el capital. En este aspecto, es una copia del presupuesto “libertario” que el Congreso está pronto a aprobarle a Milei.

Toda la burocracia sindical escuchó sin abrir la boca la salvaje imposición de Kicillof de continuar desvalorizando los salarios al menos hasta febrero. Ya se habían sumado a apoyar el presupuesto provincial, a pesar de que este plasma violentos ajustes salariales y en los gastos sociales. Los propios burócratas reconocieron luego de la reunión que es necesario “recomponer los ingresos, que vienen perdiendo frente a la inflación, sobre todo en ítems como transporte y alimentos”. Estuvieron presentes la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), la Asociación Judicial Bonaerense (AJB) y el Frente de Unidad Docente Bonaerense (FUDB) —AMET, FEB, SADOP, SUTEBA y UDOCBA—. Ninguno de ellos, ni antes ni después de esta reunión, convocó a sus cuerpos orgánicos y a las bases a discutir esta situación. La discusión de “mediados de enero” se hará completamente a espaldas de los docentes que, en este 2025, han vuelto a protagonizar paros provinciales masivos, desconociendo por completo a los Baradel y al resto de las conducciones burocráticas. Según algunos medios, podría haber una cláusula retroactiva para compensar la falta de aumento de estos meses; de concretarse, probablemente se pagaría en cuotas, como viene sucediendo con toda la paritaria salarial.

El FUDB venía de reunirse previamente con la recientemente nombrada directora general de Cultura y Educación (DGCyE) de la provincia, Flavia Terigi, encuentro en el cual dijeron haber solicitado la apertura de negociaciones paritarias antes de fin de año y el efectivo cumplimiento del "Acuerdo de Prevención, Erradicación, Resguardo y Reparación" ante los crecientes hechos de violencia en las escuelas. También mencionaron “la necesidad de avanzar en el tratamiento de la sobrecarga laboral”, sin referirse a ninguna de las recientes reformas de Kicillof que han apoyado, como el Nuevo Régimen Académico, ni al avance del “Convenio Colectivo de Trabajo”, cuyo contenido permanece bajo cuatro llaves. Ninguno de estos planteos fue atendido por la flamante y progresista directora de la DGCyE. El FUDB, por otra parte, omitió la fuerte demanda de la docencia referida a la crisis en el IOMA y el deterioro de la infraestructura escolar.

Culminando el 2025, los docentes y trabajadores estatales de la provincia tenemos que preparar una gran lucha por un aumento salarial de emergencia no menor al 100% y que cubra una canasta familiar que hoy alcanza los $2.500.000. Para ello, debemos impulsar desde las escuelas, hospitales, dependencias de trabajo y sindicatos independientes una movilización autoconvocada que apunte a organizar un no inicio del ciclo lectivo y una huelga general hasta la conquista de nuestras reivindicaciones.

Revista EDM