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Los trabajadores de OSCHOCA, la obra social del sindicato de camioneros, iniciaron un paro en reclamo por el impago de salarios, denunciando a la burocracia moyanista que la administra. Exigen el pago de las cargas sociales patronales y la entrega completa de indumentaria, ya que la dirección de la prestadora de salud les obliga a firmar recibos por “ambos” completos cuando solo reciben una parte.
El pasado viernes, los trabajadores del Sanatorio San Justo cortaron la calle para visibilizar su lucha, mientras mantienen una asamblea permanente en ambos sanatorios hasta que se atiendan sus reclamos. La burocracia intentó frenar la medida ofreciendo abonar solo la mitad de los sueldos, pero los trabajadores lo rechazaron de forma categórica: todo o nada.
Este conflicto estalla en un contexto de desmantelamiento deliberado de OSCHOCA: los afiliados denuncian el éxodo de médicos por los incumplimientos, dejando a la obra social en la más absoluta precariedad. Llama la atención acerca de que en este orden de cosas, mientras tanto, IARAI S.A. -la prestadora privada manejada por la esposa de Hugo Moyano, a la que OSCHOCA contrata- florece a costa del vaciamiento. Es inevitable la comparación así como también la pregunta de cuál es el destino de las cuantiosas sumas de dinero que, paritaria tras paritaria, Hugo Moyano negocia supuestamente para la obra social. Estamos ante la confluencia de la ineptitud, la improvisación y la corrupción cuando la que dirige es la burocracia sindical.
¡Todo el apoyo a los trabajadores de OSCHOCA!
¡No al saqueo de la salud! ¡Fuera la burocracia sindical!