Canastas, salarios, 82% móvil

Escribe Charly Petrillo – Jubilados Clasistas

Tiempo de lectura: 2 minutos

¿Por qué en los últimos 15 años los distintos organismos del estado o privados no calculan la canasta familiar? ¿Por qué se ha establecido como norma hacer popular la canasta de pobreza? ¿Por qué ningún gobierno en los últimos 50 años ha logrado establecer el 82% móvil en las jubilaciones?

Actualmente, en Argentina, hay dos canastas que se calculan normalmente. Una es la Canasta Básica Alimentaria (CBA) que ronda, para una familia tipo, los $19.000. Aquellas familias cuyos ingresos se ubiquen por debajo de esta cifra son consideradas indigentes. La otra es la Canasta Básica Total (CBT), establecida en $44.000 -también para familia tipo-, por debajo de la cual se ubica la categoría de pobreza. Hoy, el 45% de los trabajadores es pobre. Y los jubilados que cobran el haber mínimo de $16.000 -aproximadamente el 80% de los jubilados- somos indigentes.

Pero la canasta familiar, de la que nadie habla, para una pareja con 2 hijos necesita, para vivir en Capital Federal, $ 98.000. Sin embargo, el salario mínimo vital y móvil en nuestro país es de $ 16.875. Dice la ley de contrato de trabajo sobre este salario: "la menor remuneración que debe percibir en efectivo el trabajador sin cargas de familia, en su jornada legal de trabajo, de modo que le asegure alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión". Con ese monto, no es posible siquiera pagar un alquiler. El movimiento obrero debe luchar por un salario igual a la canasta familiar.

Por otra parte, la jubilación es un salario diferido que se acumula durante toda la vida laboral. El 82 % móvil, sancionado por primera vez en 1958, fue una consigna histórica levantada por partidos y organizaciones obreras. Hasta la fecha, el régimen previsional ha sufrido cientos de cambios y reformas: en 1966, Onganía decretó el aumento de la edad para los hombres y mujeres (60 y 65 años) y el requisito de los 30 años de aportes necesarios para acceder al haber; más adelante, llegaron las AFJP con Menem, la rebaja del 13% en época de la Alianza, el veto de Cristina Kirchner al 82% móvil, la rebaja del reajuste de haberes del macrismo, impuesta con represión en diciembre del 2017, y ahora el congelamiento de la movilidad de FF.

Los fondos previsionales han sido utilizados por los distintos gobiernos capitalistas para sus negociados. Ahora, el tema previsional es la prenda de cambio en la reestructuración de la deuda externa. El objetivo de los capitalistas con estas reformas previsionales -que son un verdadero ataque al conjunto del movimiento obrero- está apuntado a desvincular a la jubilación del salario en actividad y convertirlo en una pensión a la vejez. No acordamos con el calculo que hace la Defensoría de la Tercera Edad de una canasta de $45.000 por considerarla de pobreza. Los jubilados y pensionados debemos luchar por un haber mínimo igual al 82% de la canasta familiar.

Es evidente que este sistema capitalista es incapaz de resolver los problemas más elementales de las masas trabajadoras y nos está arrastrando a la barbarie.

Desde Jubilados Clasistas llamamos a todos los jubilados y pensionados a organizarnos y luchar junto al movimiento obrero, a las organizaciones de desocupados, a la juventud estudiantil y barrial, a la mujer. Formemos coordinadoras a lo largo y ancho del país por nuestras reivindicaciones, solo nosotros somos la garantía para conquistarlas.

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