Escribe Dayana Yapura
Justicia por Micaela y todas las víctimas de violencia y abusos.
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Continúa la campaña y movilización exigiendo Justicia por Micaela, se llevaron adelante acciones de lucha en repudio al fallo del Poder Judicial por los abusos sexuales sufridos. La lucha de Mica ha puesto de relieve la orientación de las instituciones y han emergido nuevas denuncias.
A partir de la denuncia de Micaela, desde las redes sociales, una campaña pública y la visibilidad dada por la mayoría de los medios de comunicación, el martes 21 se llevó adelante una concentración e intervención en la Plaza 25 de Mayo de la Capital, donde familiares y amigos de Micaela, junto a la Red de Infancias Robadas y Política Obrera, estuvimos repartiendo folletos, pegando carteles de denuncia contra el abusador y comentando a los medios de comunicación el caso. La víctima fue sometida a abuso sexual y violencia constante durante más de 14 años. Luis Eduardo Jorge Torres, declarado culpable y condenado a tres años en suspenso, aún está libre y representa una amenaza contra Micaela y su entorno familiar. Del mismo modo, el miércoles Micaela participó de la marcha de los jubilados, donde pudo exponer su caso y recibió la solidaridad de los presentes.
El viernes 25 se realizó un cartelazo y corte de calle, esta vez en las puertas del Poder Judicial. En la manifestación se cuestionó el fallo del tribunal y se denunció la impunidad de los abusadores y pedófilos. Participaron Jubilados Autoconvocados, organizaciones estudiantiles, sociales y políticas, acompañando a Micaela, su familia y amigos.
En las puertas del Poder Judicial, Micaela tomó la palabra para denunciar la complicidad de la justicia en este caso, remarcando que “esta es una impunidad disfrazada de condena”, y señaló la responsabilidad del juez Palacios sobre el fallo, destacando que Jorge Torres llegó a instancias de juicio imputado por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por el vínculo y por el grave daño a la salud mental; sin embargo, durante el proceso, instó al “jurado popular” a cambiar la carátula por abuso sexual simple, agravado por el vínculo, en claro detrimento de la víctima. Además, manifestó su preocupación ante la posibilidad de que su hermana menor pueda padecer los mismos abusos que ella sufrió. También expresó temor por una eventual fuga del condenado, considerando que cuenta con los medios económicos para hacerlo y que, según se comenta, mantiene lazos con el poder político local.
Mientras se desarrollaba el cartelazo y corte de calle de manera pacífica el viernes, la policía se acercó a la víctima con el objetivo de amedrentarla, diciéndole que si no levantaba el corte iban a llamar a los grupos especiales (Fénix) para liberar el tránsito. Estas amenazas por parte de la policía despertaron aún más la indignación de quienes exigen justicia, reclamando que esta forma de intimidación hacia la víctima y quienes la acompañan contrasta con la pasividad del accionar judicial y policial frente a quienes cometen abusos y violencia, quienes continúan caminando libres como si nada.
A partir de la gran repercusión que ha tenido en los medios locales el relato en primera persona de Micaela y su lucha, hemos asistido a nuevas denuncias de mujeres que tomaron valor y denuncian la violencia y los abusos que sufrieron. En primer lugar, se destaca el caso que involucra a altos funcionarios de una empresa minera de capitales chinos, la minera litífera Zijin-Liex , por haber abusado sexualmente de una trabajadora de limpieza. El caso se mantiene en un silencio absoluto y, con la excusa de la feria judicial, la denuncia no avanza. Según ha trascendido, el funcionario fue desvinculado de la empresa y regresó a China; sin embargo, se espera que vuelva al país dentro de tres meses.
Por otra parte, en el interior de la provincia, una madre ha salido a denunciar en primera persona que su expareja y padre de sus hijas abusó sexualmente de las menores. El caso llegó a juicio y el acusado fue condenado a 20 años de prisión por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado en forma continuada. Sin embargo, fue beneficiado con la prisión domiciliaria hasta que la sentencia quedara firme. A pocos días de que eso sucediera, el abusador rompió la tobillera electrónica y se fugó, dejando en grave peligro a sus víctimas.
Ante este cuadro, desde Política Obrera llamamos a las mujeres, sus organizaciones y a la sociedad en general a movilizarnos en contra de los abusos y la impunidad, a rodear de solidaridad y apoyar a Micaela, que va a seguir desarrollando una lucha constante para que su caso no quede impune y llevar adelante la apelación de la condena a su abusador, y a todas las víctimas.
Justicia por Micaela y todas las víctimas de abusos. Basta de encubrimiento e Impunidad.
