Escribe Iñaki Aldasoro
Congreso trucho bajo custodia policial: el gobierno y la burocracia de Ctera avanzan contra la democracia en ADEP.
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El gobierno nacional ha decidido, junto al gobierno de Jujuy y la burocracia sindical, cambiar de táctica en relación al gremio docente de ADEP y a la lucha que lleva el activismo por el reconocimiento de la comisión directiva que genuinamente se impuso en las elecciones de diciembre del año pasado.
Hasta el momento, la táctica que se llevaba adelante era la declaración de nulidad de los comicios realizados en diciembre y la espera de una situación oportuna para una nueva convocatoria a elecciones, en un cuadro donde el gobierno y la burocracia sindical creen las condiciones para imponerse, ya sea por la vía de imponer una derrota a los docentes o un cuadro de desgaste. Sin embargo, el activismo docente se ha mantenido organizado, a pesar del desconocimiento oficial por parte del gobierno y de la intervención del gremio y de sus recursos por parte de la CTA de Jujuy. Fruto de esta organización, los docentes primarios han resuelto medidas de fuerza, paros y hasta han coordinado medidas de fuerza junto al gremio de media CEDEMS, imponiendo un paro de 72 horas, más el quite de colaboración que impuso una semana de lucha contra el gobierno provincial, que se vio obligado por hechos a mejorar una propuesta salarial miserable, y no descontar los días de paro de los docentes.
Es en este escenario donde el gobierno ha decidido cambiar de táctica. El secretario de trabajo de la nación Julio Cordero -hombre de Techint-, quien no se ha expedido hasta el momento sobre la situación del gremio, ha delegado en CTERA a la resolución del conflicto del gremio jujeño. Eduardo Pereyra, miembro de la Junta ejecutiva de CTERA vino a Jujuy a armar una maniobra con la lista 10, encabezada por Silvia Velez, para organizar un congreso trucho, con congresales con mandato vencido, que busca armar una comisión normalizadora o provisoria que tome la dirección del gremio. La burocracia celeste de CTERA vino a la provincia a apoyar en las elecciones a lista burocrática de Vélez y ahora busca volverla a imponer después de haber perdido las elecciones por goleada. Pereyra no se reunió con miembros de la lista que ganó las elecciones y que han estado a la cabeza de los reclamos docentes.
La intervención del gremio viene de hace rato. Desde el triunfo de la lista Naranja en las elecciones del gremio y la posterior declaración de nulidad por parte de la junta electoral, el gobierno se ha negado a reconocer no solo a la lista ganadora, sino también el cuerpo de delgados que es la figura que prevé el estatuto frente a casos de acefalia. El gobierno no permitió representantes de docentes de primaria en las paritarias hasta julio de 2025 y también se ha decretado la intervención a través de la CTA de Jujuy, central sindical a la que pertenece ADEP (CTERA). Esta intervención dirigida por Santiago Hamud, hoy candidato a diputado nacional por el peronismo, maneja los fondos del gremio sin rendir cuentas a la base docente. La maniobra de CTERA y el gobierno nacional busca descabezar al activismo docente.
La convocatoria a un congreso con congresales con mandato vencido (vencieron en diciembre 2024) para instalar una comisión ha sido una jugada audaz por parte de la burocracia pero con un fuerte costo político, ya que se tuvo que realizar con una custodia policial en un estacionamiento frente a la movilización del activismo docente que repudio esta nueva maniobra y denunció a la burocracia. El Congreso trucho no tuvo temario y se desconoce qué voto. La Lista 10 de la Celeste se prestó a esta maniobra poniendo los congresales vencidos y una escribana para certificar, frente a los reclamos de decenas de docentes.
Queda claro que cualquier expectativa que tenían los maestros en que tanto la secretaria de trabajo de Nación como la provincia, o inclusive la propia CTERA (y hasta la CTA), finalmente iban a terminar reconociendo a la lista naranja como la nueva comisión directiva de ADEP por el peso de los hechos y por su reconocimiento como la dirección de los docentes ha quedado completamente descartada.
El gobierno y la burocracia temen como a la peste cualquier posibilidad de coordinación y lucha de los trabajadores, como lo demostraron la lucha docente en Jujuy en el ultimo periodo, a pesar de todos los condicionamientos que impusieron tanto el gobierno como la burocracia sindical.
Esta nueva maniobra de la burocracia abre un cuadro de deliberación entre la docencia.
La mayor ventaja que tienen los maestros para enfrentar a la burocracia radica en sus propias fuerzas, en la movilización y en la lucha consecuente contra el gobierno y por sus derechos. Hoy todo el activismo docente y la mayoría de los delegados se colocan de este lado de la barricada contra los ataques del gobierno y la burocracia; creemos que este es el camino a seguir, convocando asambleas en todas las escuelas para explicar lo que esta sucediendo, reforzando la autoconvocatoria, la coordinación de las luchas docentes por una gran huelga educativa que arranque no solo el reconocimiento de la lista naranja como la dirección de ADEP, sino todos los reclamos por mejoras en las condiciones de trabajo y una salario mínimo que cubra la canasta familiar.
