El Gobierno de la Ciudad ataca a la educación pública con un brutal e impiadoso ajuste

El GCBA ha acelerado la velocidad de la motosierra y ha profundizado su ataque a la educación pública, en particular a la educación especial, siguiendo de cerca la política de ajuste del Gobierno Nacional. Para ello, lejos de cuestionar la corrupción que envuelve a la administración nacional de discapacidad, el Gobierno porteño se ampara en el bajo nivel de resonancia mediática de estas medidas y avanza a pasos veloces en ajustes y negociados contra la Educación Especial y la Educación Pública en general descargando un ajuste brutal sobre la escuela primaria, secundaria y que también avanza sobre los profesorados. Este feroz ajuste no es atendido ni desde la Legislatura ni desde los gremios afectados.

Educación especial

La Resolución 860/25 deja a las escuelas sin profesionales y docentes especializados, concentrándolos en cada distrito: apenas entre 8 y 9 para atender las necesidades de todas las escuelas del distrito. Con este ajuste, será imposible garantizar una educación inclusiva, exponiendo a estudiantes y docentes a problemas irresolubles en condiciones inadecuadas de cuidado y atención.

A su vez, la Resolución 1001/25 modifica el reglamento de los APND, que ahora pasan a llamarse Acompañantes para la Inclusión Escolar (AIE). Estos podrán ocuparse de más de un estudiante, lo que profundizará el desborde actual en las aulas. Se trata, en definitiva, de un vaciamiento de la Educación Especial que niega el derecho a la educación de estudiantes con discapacidad y degrada las condiciones de estudio y trabajo en su conjunto.

Escuela primaria

En la educación primaria, el Ministerio viene cerrando grados y escuelas, garantizando así la reducción de docentes y presupuesto. Sobre las inscripciones numerosas denuncias señalan la manipulación del sistema de inscripciones online, por el cual no se habilitan ofertas de grados para generar baja matrícula. Luego, esos mismos grados son cerrados bajo el eufemismo de “fusiones”, lo que luego genera aulas hacinadas con más de 30 estudiantes. En algunas escuelas se ha reducido deliberadamente la matrícula para luego “fusionar” grados y finalmente cerrar turnos de jornada simple, imponiendo la jornada completa. Además, familias de distintas comunidades denuncian que el sistema oculta escuelas y vacantes, obligando a los vecinos a anotarse en otras escuelas.

En algunas escuelas las “fusiones” se presentan justificadas por la “baja matrícula”, con la promesa de mantener la “pareja pedagógica” (dos docentes por aula), algo que nunca queda por escrito porque como la comunidad ya sabe al año siguiente esos grados suelen concentrar entre 30 y 40 estudiantes con un solo cargo docente. Estos cambios drásticos afectan la sociabilidad de niñas y niños, y se agravan cuando se transforman escuelas enteras a jornada completa en edificios sin condiciones edilicias adecuadas.

El Ministerio también avanza en la eliminación de la Jornada Simple, opción que casi ha desaparecido en la Ciudad. De este modo se niega a las familias el derecho a elegir, especialmente a aquellas que, por diversos motivos, no pueden o no desean institucionalizar a sus estudiantes a cargo durante más de 4 o 5 horas diarias en escuelas hacinadas. Esta situación golpea con mayor dureza a estudiantes que requieren tiempos y cuidados singulares, exponiéndolos a condiciones angustiantes y poco saludables.

El Ministerio suele profundizar estas medidas en dos momentos clave: las semanas previas al receso invernal, apostando a la desorganización de las comunidades educativas, y en los meses previos a octubre, casualmente antes de las inscripciones online, manipulando y configurando la ruta de todos estos ajustes. Este año, numerosas escuelas están sufriendo cierres, traslados y fusiones, como denuncian las comunidades:

Cierre total de escuelas de jornada simple

Escuela N.º 16 DE 1 Escuela N.º 4 DE 6 (rechazado por las familias) Escuela N.º 2 DE 7 Escuela N.º 6 DE 8 Escuela N.º 11 DE 12 Escuela N.º 16 “Fray Justo Santa Maria de Oro” DE 14 (cuyo cierre implica además el traslado forzoso de estudiantes de la Escuela Media 2 DE 14) Escuela N.º 16 DE 18 (rechazado por la comunidad) Escuela N.º 20 DE 18 Escuela N.º 17 DE 20 (ya cerrada) Normal N.º 1 (cierre de jornada simple) Escuela N.º 16 DE 9 (cierre de jornada simple hace dos años)

Cierre de grados

Escuelas N.º 1, 2, 8, 19 y 22 del DE 15 Escuelas N.º 2, 3, 4, 8, 12 y 17 del DE 7 Escuela N.º 4 DE 12 (cierre de un grado) Escuela N.º 10 DE 12 (unificación de grados) Escuela N.º 13 DE 9 (cierre de 1.º grado) Escuela N.º 9 DE 20 (cierre gradual) Escuela N.º 24 DE 14 (traslado de 1.º a 3.º grado)

Ajustes y negocios privados

La directiva de Argentinos Juniors negoció con el GCBA el cese del acuerdo para cancelar su deuda de ABL a cambio de ceder parte de sus instalaciones en el Estadio Diego A. Maradona para el funcionamiento del Secundario N.º 2 DE 14. Esta decisión culmina años de desalentar la inscripción en el secundario con el objetivo de reducir su población y desalojarlo.

Para completar este negocio, el GCBA cerrará la Escuela N.º 16 de Jornada Simple, con más de 100 años en el barrio, que incluye también a estudiantes neurodivergentes, y trasladará a su población a la Escuela N.º 15, donde quedarán todos hacinados.

La docencia del Secundario N.º 2 denuncia el incumplimiento de las leyes de 2008 y 2022, que garantizaban la estabilidad de esa escuela en dichas instalaciones hasta el año 2100. Tanto el club como el Ministerio han presionado a la docencia para viabilizar este negociado, que genera incertidumbre en cientos de familias y amenaza con la pérdida de numerosos cargos.

Los rumores sobre la construcción de más tribunas, un shopping, un secundario y una universidad privados muestran el trasfondo de intereses privados de este atropello. La subordinación de los clubes barriales a intereses privados, por encima del bienestar de la comunidad, representa un ignominioso avance en la privatización del fútbol y la educación.

Virtualidad y ajuste

En el nivel secundario avanza la reforma BA Aprende, que ya eliminó 150 cargos docentes en las escuelas donde se implementó. Si continúa, implicará la reducción de contenidos y la eliminación de más puestos de trabajo.

A esto se suma la intención de avanzar en la “transformación digital” o virtualización de materias, como ocurrió en el Profesorado Joaquín V. González, donde se intentó implementar la cursada “semana por medio” (una semana virtual la siguiente presencial) con lo cual se reduce drásticamente la cursada presencial. La medida fue resistida por los estudiantes y docentes y resultó inviable, pero muestra el rumbo del ajuste.

Conclusiones

Se trata de un golpe concentrado contra las condiciones cotidianas en los establecimientos educativos del Estado porteño, expresado en un festival de mentiras, eufemismos y manipulaciones. Sólo podrá ser frenado con la participación activa de toda la comunidad educativa. A la resistencia que se viene dando en cada escuela es necesario darle una expresión colectiva y unificada, con asambleas y acciones conjuntas contra esta política inhumana y parasitaria del Ministerio de Educación de la Ciudad.