Escribe Pablo Busch
Una lucha que sacude al Parque Industrial de Pilar.
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Desde el viernes pasado, los trabajadores de Cerámica ILVA, ubicada en el Parque Industrial de Pilar, se encontraron con la planta cerrada. La patronal desertó de la fábrica, anunciando que cerraba y que esta semana llegarían los telegramas de despido, amparados por un Procedimiento Preventivo de Crisis. Los trabajadores ceramistas montaron un acampe desde el lunes en las puertas de la planta, donde entre los cuatro turnos de trabajo se reparten las guardias.
La empresa explica en los telegramas que empezaron a llegar hoy que la industria ceramista se desplomó en 2024 por la parálisis de la obra pública, y que los números de ventas solo tienden a empeorar por la apertura de importaciones de producto terminado y por la recesión industrial creciente. La empresa miente. El cierre y los despidos masivos no responden a la crisis aunque está sea real, sino que la empresa explota esta situación para proceder a desvincular a la camada de trabajadores con derechos conquistados -aguinaldo, vacaciones, licencias, etc- para reemplazarlos por trabajadores bajo nuevas modalidades contractuales, que la Ley Bases deja casi a la libre creatividad de los departamentos de Recursos Humanos. La prueba sustancial es que ILVA invirtió recientemente millones de dólares en un proceso de tecnificación de la producción, con maquinaria nueva sin haber sido puesta en marcha. Como dijo un trabajador, estamos ante un lockout patronal para imponer las reformas laborales de las leyes de Milei en la fábrica.
Los despidos son amparados en un Procedimiento Preventivo de Crisis que no fue aprobado ni por los delegados ni por el sindicato ceramista. El argumento generalizado del capital es que estamos ante una crisis “no atribuible a la empresa” por el derrumbe de las ventas. Pero los que derrumbaron los salarios, liquidan derechos conquistados y proceden a suspensiones con rebajas salariales no fueron los obreros sino que son los mismos capitalistas, ILVA incluido. El capital se desentiende de su responsabilidad en la crisis que ha creado. La crisis es completamente atribuible a la clase capitalista y al gobierno liberticida -liquidador de derechos- que las patronales han apoyado a rabiar. El Preventivo de Crisis de ILVA es la excusa para pagar las indemnizaciones al 50%, un negocio redondo si se tiene en cuenta que los trabajadores promedian arriba de 20 años de antigüedad. Esta medida es una treta patronal, porque obliga al reclamo del 100% del pago de las indemnizaciones pero desarma el reclamo de la continuidad laboral.
El cierre y los 300 despidos de ILVA son la coronación de un largo proceso de ajuste de la empresa de la familia Zanón, que empezó con suspensiones, que buscó que se acepten rebajas en ítems internos, que impuso el pago en cuotas del aguinaldo. Las negociaciones, aunque llegaran a acuerdos, siempre abrían paso a nuevos avances en los planteos patronales. La ultima oferta patronal para continuar con la planta abierta era que los trabajadores acepten la eliminación de cinco actas internas, una modificación del régimen de descansos semejante a la aplicada por Fate (del 4x4 de 12 horas al 6x1 de 8 horas) y una tanda de despidos, que obviamente fue rechazada por los trabajadores. La política de la patronal es ir a fondo contra los trabajadores.
La lucha de los trabajadores de ILVA ha reunido la solidaridad de distintos sectores de trabajadores del Parque, o lo que queda de ellos. Las suspensiones, los cierres, los despidos han arreciado en los últimos años. El corazón industrial de la Zona Norte en sus horas pico parece un desierto. La burocracia de los sindicatos ha acompañado sin chistar todo este proceso de ajuste patronal. La CGT de Pilar no se ha hecho presente en el acampe que ya lleva varios días, y se limitó a emitir un comunicado en solidaridad.
Ayer martes se realizó una audiencia en el Ministerio de Trabajo de Pilar, a la que la empresa ILVA no se presentó. Arguye razones de seguridad como si los trabajadores que prestan servicios hace décadas en su planta fueran un factor de riesgo para los personeros de la patronales. Otra treta patronal que hace el vacío para desgastar la lucha y forzar arreglos individuales. El Ministerio de Trabajo de la Provincia volvió a convocar a la patronal a una audiencia para mañana jueves.
