El levantamiento de la huelga de Bed Time

Escribe Pablo Busch

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Durante la tarde de antes de ayer, los trabajadores de Bed Time levantaron la huelga que llevaron adelante durante tres días contra el despido de 13 trabajadores. La patronal ofreció el pago completo de las indemnizaciones; una asamblea de planta aceptó levantar la medida en una votación dividida.

El cuerpo de delegados de Bed Time respondió en forma inmediata a los despidos con el paro y con la organización de un bloqueo permanente del depósito central de Bed Time, ubicado en el Parque Industrial de Tortuguitas. El sostenimiento del bloqueo debió enfrentar una hostilidad permanente de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. El piquete corrió por cuenta del conjunto de los trabajadores de planta, pero esencialmente de los trabajadores despedidos, que en su mayoría tienen poca antigüedad en la fábrica. Esta lucha fue la entrada en escena de una nueva generación de activistas.

La patronal había preparado el conflicto, vaciando de colchones del depósito de la planta. Con 24 mil unidades de stock acumuladas en otro depósito, Bed Time bien podía atravesar uno o dos meses de conflicto sin desabastecer el mercado de colchones. El cuerpo de delegados impulsó el bloqueo de los depósitos donde la empresa había acumulado el stock.

La asamblea que refrendó el acuerdo se realizó sin la presencia de los despedidos -que mientras tanto sostenían el bloqueo-. El acuerdo les llegó como un hecho consumado en el Ministerio bonaerense y aprobado sin su presencia en una asamblea de planta. Si por cuestiones geográficas o logísticas no se podía garantizar la asamblea en forma conjunta, el acuerdo debía ponerse a consideración de los despedidos primero y no al revés.

La política del Ministerio de Trabajo de la Provincia, dependiente del Gobieno de Kicillof, fue presionar a los trabajadores para que aceptaran los despidos. Se los amenazó durante todo el conflicto con causas penales y una eventual represión. El Ministerio esquivó dictar la Conciliación Obligatoria con los despedidos adentro de la planta.

El Sindicato Plástico desde un inicio defendió la posición de reclamar el pago total de las indemnizaciones. Eso explica su ausencia en las medidas de lucha, en el paro de la planta de producción y en el bloqueo al depósito por parte de los despedidos.

Los sindicatos oficiales abandonan el acompañamiento de la lucha. El conflicto de Bed Time no fue la excepción.

Revista EDM