Escribe Diego Carrazán
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En la reciente sesión del Congreso, los diputados jaldistas agrupados en el bloque “Independencia”, junto a otros diputados que responden a gobernadores peronistas y a los “opositores Provincias Unidas”, ayudaron a que Milei no siga obteniendo derrotas parlamentarias. Esto marca que el sector de los grandes industriales agroexportadores del interior aún no le bajó el pulgar al gobierno nacional y espera por el “salvavidas” de Trump y Bessent para intentar atravesar la actual crisis del gobierno liberticida.
La primera soga vino luego que los diputados aprobaran con 140 votos a favor ponerles límites a los decretos de necesidad y urgencia presidenciales (DNU) y el mileismo, con una maniobra, en la discusión en particular, lograse introducir cambios en el artículo 3 de la ley, que a la hora de votar contó con 127 votos, dos menos de los necesarios por ley para ser aprobados. Los diputados jaldistas (Gladys Medina, actual candidata por Tucumán Primero en segundo término en la lista oficial que encabeza Jaldo, Agustín Fernández y Elia Fernández, también candidata en cuarto término por Tucumán Primero) obedecieron la orden de retirarse del recinto a la hora de tratar el punto. Con esto, los liberticidas lograron que la ley en su conjunto vuelva al Senado ganando tiempo. Ahora habrá que esperar cuándo se vuelve a reunir el Senado, y si se ratifica el proyecto tal cual se giró a la cámara de diputados.
La segunda soga se produjo al tratarse la ley de reparto del impuesto a los combustibles. El proyecto tenía entre los promotores al propio Jaldo y al resto de los gobernadores, por considerarlo clave para el financiamiento de la obra pública en las provincias. Aquí nuevamente los diputados jaldistas obedecieron la orden de ausentarse a la hora de tratar la ley junto a otros diputados que responden a gobernadores peronistas y de “Provincias Unidas”. Para la aprobación se requería nuevamente 129 votos, pero solo llegaron a reunir 126 por lo cual no se le pudo dar media sanción al proyecto.
Desde que se creó el espacio Tucumán Primero para estas elecciones de medio término, los tres diputados jaldistas (bloque Independencia) ya venían votando dualmente en el Congreso. Votaron contra Milei y los vetos presidenciales (el aumento para los jubilados, la emergencia en discapacidad, la ley de financiamiento universitario y emergencia pediátrica) pero estuvieron a favor de los liberticidas al rechazar el proyecto para destrabar la comisión investigadora del caso $Libra.
En la misma sesión donde se votó contra el veto presidencial al aumento a los jubilados y a la emergencia en discapacidad, ya de madrugada, el jaldismo le hizo un guiño político al gobierno de Milei, cuando los tres diputados jaldistas votaron en contra del proyecto para destrabar la comisión investigadora del caso $Libra. Jaldo justificó esta postura afirmando que “Es un tema netamente judicial, que debe ser evaluado allí” (Tendencia de Noticias).
Es claro que esta conducta política Jaldo la justificó en nombre de actuar a favor de todo lo que le hace bien a Tucumán, haciendo referencia a la entrega de fondos para una serie de obras pendientes de la Nación. En una entrevista del 19 de septiembre pasado Jaldo afirmaba que como resultado de negociaciones con el gobierno nacional “nos ha permitido terminar con la cárcel, 14 escuelas nuevas, más de 12 rutas provinciales que vamos refaccionando a nuevas”. Salvo la cárcel, una de las más grandes del país, el resto de las obras no se las conoce; en referencia a las rutas, consiste en el mejoramiento con el pasaje de la máquina y en el mejor de los casos el reforzamiento del enripiado, y en el caso de las escuelas, simplemente el mejoramiento de la infraestructura de escuelas ya construidas y por lo tanto nuevamente reinauguradas.
Desde Política para la clase Obrera venimos planteando que en Tucumán Jaldo es Milei. Durante todo el primer año y medio de mandato fue responsable primero y directo de aportarle a la gobernabilidad apoyando la ley Bases y la conformación del Consejo de Mayo. Y, como quedó demostrado, desde que se formó Tucumán Primero, que reúne a todo el peronismo tucumano bajo sus siglas, también ha seguido dándole apoyos parciales para sostenerlo.
La verborragia de Jaldo contra Milei en cada acto al que asiste es solo para obtener más votos en estas elecciones y lograr sostener los dos diputados que pone en juego y apostar a obtener un tercero. Y con ellos, seguir negociando “favores”.
En realidad, Jaldo juega a tres bandas, como en el billar. Mantiene una postura colaboracionista con el gobierno nacional, actúa en unidad con el peronismo no jaldista y los K, y tiene una ventana abierta de negociación con el frente de gobernadores.
La misma postura rastrera, en este caso le corresponde al peronismo antijaldo y a los K que, hasta hace poco, en las marchas agitaban el cantico de “Jaldo basura, vos sos la dictadura”; hoy en función de conquistar una banca, guardan silencio de radio. De la misma manera otras fuerzas, como es el caso de Libres del Sur, en defensa de los lugares que ocupan en el gabinete provincial.
El 26 es necesario un voto por un programa socialista y a la única lista, “Política para la Clase Obrera” que lo plantea, encabezada por Raquel Grassino.
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