Escribe Olga Cristóbal
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Miles de banderas palestinas ondearon el miércoles en decenas de ciudades de España, desde Madrid y Barcelona hasta València, Bilbao o Pamplona, entre otras. Las centrales sindicales burocráticas UGT (socialdemócrata) y las Comisiones Obreras (CCOO, comunista) convocaron a paros de dos horas por turno “para facilitar la participación en las movilizaciones”. La jornada se extendió a trabajadores, trabajadoras y estudiantes desde la enseñanza media en adelante, estableciéndose los servicios mínimos en transporte, sanidad y educación.
En tanto, sindicatos minoritarios como la CGT, Solidaridad Obrera, Sindicato de Comisiones de Base, Alternativa Sindical de Clase y Confederación Intersindical, junto con los sindicatos estudiantiles, llamaron a una huelga de 24 horas. Y reclamaron que España siga el ejemplo de Italia: "Que toda la actividad económica y educativa se paralice. Las acciones cosméticas y los paros de dos horas no sirven" (Público, 15/10).
La convocatoria de las centrales sindicales denuncia que Israel incumple el cese del fuego asesinando todos los días, con diferentes excusas, a gazatíes que volvían a lo que queda de su hogar y reduciendo drásticamente el ingreso de los camiones con ayuda humanitaria. Otra demanda de los huelguistas, según el vocero Santiago de la Iglesia, de la Confederación General de Trabajadores (CGT), es la ruptura total de las relaciones políticas, comerciales y culturales con Israel.
Los secretarios generales Unai Sordo y Pepe Álvarez, respectivamente, llamaron a los trabajadores a mantener la presión para "acabar con el genocidio que ha pretendido exterminar al pueblo palestino" durante la concentración a las puertas del Hospital Niño Jesús de Madrid, acompañados por el embajador de Palestina, Husni Abdel Wahed.
"Si se ha paralizado la matanza tiene que ver con que se estaba empezando a aislar al Estado de Israel (...) No se puede ceder en la presión. Este acuerdo, que llamaría un alto al fuego y nada más, es poco más que dejar de asesinar. Ya se está incumpliendo la entrada acordada de ayuda humanitaria”, apuntó Sordo.
La secretaria general de CCOO en Madrid, Paloma López, habló de “grandísimas movilizaciones y paros en miles y miles de centros de trabajo”CCOO y UGT reclaman que el alto el fuego sea permanente y que se garantice el acceso inmediato de ayuda humanitaria a la población palestina. También llaman a la suspensión del Acuerdo de Asociación entre la UE e Israel, la prohibición del comercio de armas y el enjuiciamiento de todos los responsables de violaciones de derechos humanos.
La jornada en Cataluña estuvo marcada por cortes de calle y enfrentamientos con los Mossos d’Esquadra desde primera hora de la mañana. Miles de estudiantes de la Universidad Autónoma de Barcelona bloquearon los accesos al campus con barricadas improvisadas de contenedores. Horas más tarde, al menos 15.000 manifestantes avanzaron hacia el Consulado de Israel. En Girona, más de 400 manifestantes interrumpieron durante varios minutos la circulación ferroviaria al ocupar las vías.
En Madrid miles de manifestantes recorrieron el centro cantando "¡Gaza aguanta, el mundo se levanta!" y "No es una guerra, es un genocidio". Las pancartas reclamaban el reconocimiento internacional del Estado palestino y el juicio a los responsables de las violaciones de derechos humanos.
"Es más importante que nunca que la movilización y la presión social continúe y que este tsunami de solidaridad que se ha levantado en todo el mundo en contra del genocidio continúe, especialmente ahora que nos están intentando vender de una forma vomitiva un acuerdo de paz que no va a traer ni paz, ni justicia, ni libertad para Palestina. Este plan de paz es una farsa, el único camino para la libertad del pueblo palestino es seguir presionando y movilizando", denunció Coral Latorre, portavoz del Sindicato de Estudiantes.
En el País Vasco las movilizaciones fueron multitudinarias, Más de 100.000 personas -52.000 manifestantes en Bilbao y en torno a 20.000 en Gasteiz y Donostia, según los sindicatos-. En Pamplona, 10.000 trabajadores participaron de la manifestación convocada por los sindicatos UGT, CCOO, LAB, Steilas, CGT, Solidari, ESK e Hiru, bajo el lema "Stop genocidio. Langileok Palestinarekin" ("Trabajadores con Palestina"). La huelga también ha sido un éxito en los tres campus de la Universidad del País Vasco (EHU) por parte del estudiantado, profesorado y personal administrativo. El sábado 18 hay prevista una larga marcha por kilómetros de la costa cantábrica
Por su parte, el Sindicato de Estudiantes convocó una huelga de 24 horas en los institutos y universidades con la consigna: "Pararlo todo para parar el genocidio". La huelga estudiantil tuvo un acatamiento del 80% en la enseñanza media (ESO) en toda España.
Los estudiantes salieron a las calles al mediodía para "obligar al Gobierno a romper relaciones económicas, diplomáticas y militares con Israel". En el manifiesto leído en la protesta de Madrid, que juntó más de 15.000 jóvenes- dice que Trump y Netanyahu pretenden "hacerles tragar con un 'acuerdo de paz' que exculpa a los genocidas de sus crímenes, niega cualquier derecho a la justicia y arrebata Gaza a los palestinos". Los oradores criticaron que la burocracia solo hubiera llamado a un paro de dos horas.
Durante la manifestación en Madrid, Alejandra Martínez Velasco, integrante de la Flotilla, defendió la solidaridad internacional, la organización obrera. La lucha de clases y la huelga general "es lo que va a parar el genocidio en Palestina", afirmó.
