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El 20 de octubre pasado se llevó adelante una nueva audiencia paritaria en la Secretaria de Trabajo de la Nación –una negociación que lleva nueve meses empantanada-. Las patronales ratificaron, por enésima vez, el planteo de una rebaja salarial sustancial y una mayor flexibilidad laboral. Estas patronales despidieron en el último año y medio a la mitad de la fuerza de trabajo empleada en toda la industria e implementaron cambios que precarizan los sistemas de trabajo. A renglón seguido, le plantearon a Julio Cordero, secretario de Trabajo de la Nación (hombre de Techint), la devaluación del peso para mejorar la “competitividad” y poder “abordar mercados de exportación” y proteger “la fabricación a nivel local”. En respuesta a esto, el SUTNA resolvió impulsar un nuevo paro nacional por 24 horas con el fin de dar “continuidad” al “plan de lucha”; ni el paro ni el plan de lucha fueron votados en asambleas. La consigna “Crespo conducción” se aplica a rajatablas. Cordero aprovechó el impasse armado por las patronales para dar por finalizadas las negociaciones paritarias y delegar “las actuaciones a la Asesoría Técnica Legal”. Así planteado, el estado se encamina a imponer un arbitraje obligatorio
El alcance de la medida de fuerza
El paro tuvo un alcance dispar. En FATE, por ejemplo, el acatamiento fue total, pero el acto convocado por el SUTNA en puerta de fábrica, no. Fue escuálido. En Pirelli y Bridgestone la adhesión fue baja, en medio de una política de despidos encubiertos y aprietes. En Pirelli, por ejemplo, el mismo día del paro la patronal despidió sin causa a dos trabajadores y la semana anterior había aplicado sanciones ilegales contra activistas de la lista Naranja que fueron candidatos en la reciente elección de seccional.
El acto realizado en la puerta de FATE puso al descubierto la fragmentación del SUTNA, que se había manifestado en las recientes elecciones nacionales. Del acto participaron las diversas agrupaciones que militan en el gremio, con la excepción de la lista lista Violeta, de la exburocracia encuadrada en la CTA. El único orador del acto fue el secretario general del SUTNA, Alejandro Crespo, quien se refirió al ataque del gobierno de ultraderecha contra el movimiento obrero. Una parte del aparato del sindicato agredió físicamente a militantes de la lista Multicolor, como resultado de la crisis sindical en Pirelli, donde las elecciones recientes salieron empatadas; la Multicolor reclama la realización de un balotaje en la seccional de Merlo y lista Naranja, en una declaración, reclama una asamblea general, contra lo que llama el “verticalismo” de la Negra.
En conclusión, éste último paro por 24 horas se inscribe en la rutina de paros aislados decretados por la conducción del SUTNA.
