El martes próximo Nueva York elegirá un alcalde “socialista democrático”

Escribe Rafael Fernández

La elección de Mamdani pone de relieve la polarización social.

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Según Forbes (27/10), los milmillonarios están financiando desesperadamente al candidato “independiente” Andrew Cuomo, bajo la consigna “Cualquiera, menos Mamdani” para la alcaldía de la ciudad de Nueva York. Cuomo -ex gobernador del Estado de Nueva York, cargo al que se vio obligado a renunciar en medio de escándalos de acoso sexual- se había presentado como candidato en el Partido Demócrata, en una interna en la cual era el favorito. Sin embargo, perdió esa elección primaria por 13 puntos y luego decidió lanzarse como candidato “independiente” – es en realidad el candidato más dependiente de los súper ricos.

“‘Multimillonarios como Bill Ackman y Ronald Lauder han invertido millones de dólares en esta contienda porque dicen que representamos una amenaza existencial’, declaró Mamdani en un mitin el 13 de octubre. ‘Estoy aquí para admitir algo: tienen razón’”. “Pero, aunque estos dos multimillonarios fueron mencionados por el favorito para la alcaldía, no son los únicos multimillonarios que abren sus considerables alcancías para oponerse a Mamdani. De hecho, 26 multimillonarios y miembros de familias multimillonarias de todo el país han invertido al menos 100,000 dólares cada uno en apoyar a Cuomo (ahora postulándose como independiente) o a uno de los otros candidatos que se postulan contra Mamdani, según un análisis de Forbes. En total, estos multimillonarios han donado más de 22 millones para respaldar campañas de la oposición, inundando las ondas de radio y los buzones de los residentes de la Gran Manzana con mensajes anti-Mamdani”. A la campaña contra Zohran Mamdani se han sumado tanto magnates “liberales” (progres) como conservadores e incluso pro-Trump. Según otras fuentes, estos datos se quedan cortos, y la cifra de los aportes de los multimillonarios para campañas pro-Cuomo o anti-Mamdani ya superan los 40 millones de dólares.

La elección en la ciudad más grande de Estados Unidos, centro del capitalismo mundial, se ha convertido en un plebiscito no sólo respecto a Trump sino también respecto al establishment Demócrata. Mamdani ganó las primarias hace unos meses, en una campaña sorprendente en la que logró movilizar decenas de miles de voluntarios y llevar a votar a muchas personas con escaso interés en la política. Incluso logró una gran votación en zonas de la ciudad que se habían volcado al voto a Trump en las presidenciales pasadas. Los principales referentes de la elite Demócrata han sido renuentes a pronunciarse a favor de Mamdani, aunque a último momento aparecieron algunas adhesiones con muy escasa convicción ante lo que aparece como una inminente victoria del candidato del ala izquierda. Por ejemplo, la gobernadora del Estado de Nueva York, Kathy Hochul, catalogada como “centrista” y afín a las grandes empresas, finalmente lo apoyó e incluso habló en el acto de cierre de campaña. Hochul busca la reelección como gobernadora. Uno de los últimos en pronunciarse fue el líder de la oposición en la cámara de representantes, Hakeem Jeffries (demócrata por Nueva York), pocas horas antes de la elección: “Zohran Mamdani se ha enfocado incansablemente en abordar la crisis de la vivienda asequible y se ha comprometido explícitamente a ser un alcalde para todos los neoyorquinos, incluyendo a quienes no apoyan su candidatura”, afirmó. “En ese sentido, lo apoyo a él y a toda la lista demócrata para la ciudad en las elecciones generales”.

Jeffries es probablemente el congresista que más dinero ha recibido de parte de AIPAC, el lobby pro-Israel, y sufre un ataque sistemático de los sectores juveniles de su propio partido por su complicidad con Netanyahu. El apoyo a Mamdani, cuya victoria está asegurada, tiene el propósito de cooptar al ganador. Quien se ha negado a pronunciarse es el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, precisamente Senador por NY y otro de los principales sionistas del Congreso. Consultado si votaría a Mamdani no contestó y dijo: “Miren, la conclusión es muy simple. Tengo una buena relación con él y seguimos conversando”.

Mamdani integra el grupo de los “Demócratas Socialistas”, como Alexandria Ocasio-Cortez (representante desde 2019 de un distrito de Nueva York) - una corriente interna del Partido Demócrata. El senador por Vermont Bernie Sanders, aunque no integra formalmente el PD sí coordina con su bancada en el Senado, apoyó, en 2016, a la Demócrata Hillary Clinton – una representante del establishment imperialista, apoyada por Wall Street. Desde entonces, Sanders se ha volcado aún más a la unidad con la elite “liberal” del PD, bajo la tesis de construir un partido dentro del partido. De esta forma, el PD se presenta como una especie de “frente popular” donde los representantes “socialistas” de los trabajadores y sectores populares se alían a los representantes políticos del capital financiero, y donde obviamente los cabecillas del partido están enteramente alineados con los magnates y el complejo militar-industrial estadounidense mientras que los representantes “socialistas” son apenas un adorno, a veces molesto y mayormente útil como un rastrillo electoral de votos de izquierda.

La elección de la alcaldía de Nueva York aparece para esta ala izquierda como una oportunidad para disputar la conducción a la elite demócrata en un cargo de gran relevancia y de fuerte impacto mediático que impacta en todo el país. Sanders fue alcalde, pero no de una ciudad de la relevancia de Nueva York, y su mandato no tuvo el impacto nacional que se plantea ahora. Desde los mega ricos y el propio trumpismo se ha buscado evitar la división del voto anti-Mamdani. Ya tras las primarias demócratas, por ejemplo, el especulador inmobiliario Scott Rechler había llamado a un acuerdo entre Cuomo y el actual alcalde Adams, para que “no dividan el voto centrista” (NYT, 25/6). En el mismo sentido han existido presiones desde el propio gobierno, tanto sobre Adams como sobre el Republicano Sliwa, que estaban muy por detrás en la contienda. Adams finalmente cedió a las presiones y abdicó de su candidatura, aunque Sliwa se negó retirarse (probablemente no supere el 10%).

Tras ganar las primarias, Mamdani ‘moderó’ su discurso, y ha buscado apaciguar a sectores empresariales. Ha realizado concesiones importantes, como prometer que mantendrá en su cargo a la comisionada de policía nombrada por el alcalde Adams, a la que Mamdani ha incluso elogiado por combatir la corrupción policial, aunque reconoció que “aún no he tenido una conversación con ella al respecto”. Se trata de Jessica Tisch, heredera de una familia mega rica y políticamente más bien orientada a la “mano dura” en cuestiones de seguridad. Según CNN (26/10), “A lo largo de la campaña, Mamdani ha moderado algunas de sus posturas más controvertidas sobre la actuación policial, distanciándose de su anterior llamamiento a desfinanciar a la policía y disculpándose por haber calificado a los agentes de policía de ‘racistas’ y ‘malvados’”. La posibilidad de que Tisch acepte continuar en el cargo “Es una suposición arriesgada por parte de Mamdani, cuyas opiniones sobre la aplicación de la ley difieren significativamente de las de Tisch”, según CNN.

Trump ha intervenido fuertemente en esta elección, acusando a Mamdani de “comunista” y amenazando con intervenir Nueva York si este ganaba en la elección, algo que cobra mayor verosimilitud si se tiene en cuenta que ha tomado el control de la ciudad de Washington DC, además de enviado a las tropas de la Guardia Nacional a Los Ángeles y Chicago, entre otras ciudades controladas por alcaldes demócratas. La amenaza de Trump ha convertido a Mamdani en el candidato anti-Trump, y esta elección es un banco de prueba respecto a la capacidad del presidente de hacer arrodillar a esta enorme Ciudad. La alternativa entre Mamdani y Trump (a través de los candidatos Cuomo y Sliwa) marca una gran polarización política que refleja la polarización social creciente en la principal metrópolis imperialista.

La cuestión del genocidio en Gaza se convirtió ya en las primarias de junio como un tema neurálgico, con Cuomo acusando a Mamdani de “antisemita”. Andrew Cuomo se había integrado ya en 2024 en el equipo legal que defiende a Netanyahu respecto los cargos en su contra por crímenes de guerra. Mamdani ha afirmado que si es alcalde ordenará el arresto de Netanyahu en caso que este visite Nueva York. La acusación de antisemitismo ya no es suficiente, en gran medida porque la base electoral Demócrata está en forma aplastante con los palestinos y repudia el genocidio israelí -incluso entre los jóvenes que se identifican con los Republicanos ha crecido exponencialmente el rechazó a Israel. Ahora Cuomo y los trumpistas han lanzado ataques al candidato demo-socialista por su condición de musulmán. Cuomo mencionó en una entrevista que no sería bueno que Mamdani fuera el alcalde si sucedía algo similar al atentado de las Torres Gemelas del 9/11, y festejó el comentario del entrevistador diciendo que si eso sucedía seguramente Mamdani festejaría el atentado terrorista. En los últimos días de campaña el eje ha sido la islamofobia, buscando presentar al candidato demócrata como “jihadista islámico” o afín al terrorismo. Este encare en el último tramo preelectoral muestra en cierta medida la desesperación ante la inminente victoria de Zohran Mamdani.

En los debates televisivos entre los tres candidatos que se mantienen en la pugna por el voto neoyorquino, Mamdani quedó mejor parado. El eje de Sliwa era que el candidato favorito no podría gobernar con la oposición de Trump y sin un fuerte respaldo del PD, por lo que en el mejor de los casos sus promesas quedarían por el camino. Cuomo afirmó que él sí podría manejar a Trump, y cuestionó a Mamdani por su falta de experiencia. Las respuestas de Mamdani fueron en general contundentes, exponiendo lo que la “experiencia” de Cuomo significaba, en cuanto a los acosos sexuales a mujeres, mal manejo de la pandemia, y recortes a gastos sociales. El candidato de los Demócratas Socialistas colocó el eje en sus planteamientos reformistas: congelar los alquileres de dos millones de viviendas, establecer guarderías gratuitas para todos los niños, autobuses gratuitos y más rápidos (en tanto no se demora en cobrar ticket), logrando en general un importante impacto.

El cierre de campaña de Mamdani fue en un gran acto en el barrio de Queens, ante 13.000 personas, en el que hablaron tanto Alexandria Ocasio-Cortez como Bernie Sanders. También hizo uso de la palabra la gobernadora demócrata Kathy Hochul en un incómodo discurso en el que se equivocó cuatro veces al nombrar al candidato de su partido, e intentó coquetear con sus promesas electorales (que ella no llevó ni pretende llevar a cabo en el resto del Estado), y enfrentando cierta hostilidad de los presentes según el New York Times (27/10), que la interrumpieron al grito de “¡Impuestos a los ricos!”. Mamdani dijo que la larga lucha en solitario de Sanders lo había animado a lanzarse a la política. Bernie Sanders viene levantando un planteamiento de lucha “anti-oligárquica” y “anti-autoritaria”, bajo la denuncia de que los mega ricos controlan el sistema político. Sanders plantea como salida una modificación de las leyes que permiten el financiamiento político por parte de los multimillonarios, bajo la idea de un retorno a épocas pasadas de un capitalismo “más democrático”. Los impuestos a los multimillonarios ya existieron, así como la limitación al financiamiento de los políticos por las grandes empresas y los magnates, y eso no ha impedido la evolución del capitalismo y del régimen político hasta la situación actual. Por otra parte, los mega ricos, aunque tienen comprados a la mayor parte de los políticos, vienen impulsando el proceso trumpista de modificación del régimen político, apoyando una dictadura que cada vez más avanza en un curso al fascismo. Mamdani hizo fuertes advertencias en su discurso respecto al futuro y los ataques que recibirá en caso de triunfar. El candidato demo-socialista sin embargo no plantea cómo va a enfrentar esos ataques, la ofensiva del ICE y la militarización de la ciudad por parte de Trump, ni en general todo el curso del país hacia una guerra civil, que no puede ser resuelto a través de los métodos parlamentarios ni las componendas con el Partido Demócrata del imperialismo. “No nos doblegaremos, no nos acobardaremos, triunfaremos sobre los oligarcas y devolveremos la dignidad a nuestras vidas”, aseguró Mamdani en su discurso de cierre.

Las encuestas muestran al candidato de izquierda superando a Cuomo por al menos 10 puntos, con una enorme ventaja sobre todo entre los menores de 45 años. Enfrentar la tendencia al fascismo y la militarización requiere la apelación a la acción de masas, no componendas y discursos parlamentarios. Un triunfo de Mamdani será recibido como una bofetada contra Trump, el sionismo y la guerra imperialista, y animará seguramente a los sectores más combativos, especialmente a la juventud.

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