Congreso de CONADU H convoca a paro de 72 horas en noviembre

Escribe Anahí Rodríguez

Las perspectivas de la lucha universitaria y la política de paros aislados

Tiempo de lectura: 2 minutos

El 30 y 31 de octubre se llevó adelante un congreso extraordinario para votar las acciones de lucha de la Federación y un congreso ordinario de memoria y balance de CONADU Histórica.

Con respecto al congreso extraordinario, impulsado por la conducción de la Federación, se votó un paro de 72 horas para los días 12, 13 y 14 de noviembre, por la efectiva implementación de la Ley de Financiamiento Universitario y por los salarios.

Llama la atención el paro en noviembre, frente al hecho de que las clases están terminando y el paro, aunque es de tres días, es una acción aislada, sin continuidad, en vísperas de la culminación del año académico, y con un escenario de fuerte desgaste y desconfianza de la docencia en las acciones sin futuro que se resuelven. Indudablemente sobran los motivos para parar, frente a un gobierno que ha destruido los salarios, se niega a incrementar el presupuesto para salud, ciencia, discapacidad, educación, y se va a apoyar en el triunfo electoral para ir a fondo con las reformas antiobreras.

Si vemos la película y no la fotografía, el paro de 72 horas es una acción aislada que carece de perspectiva. Este año la CONADU H actuó detrás del CIN y del Frente Sindical, subordinado la lucha universitaria a las expectativas parlamentarias. Es por eso que el segundo cuatrimestre arrancó con el paro de una semana para luego ir a paros decreciente de 48 hs. en agosto y terminar con 24 hs. en septiembre, que sólo llevaron al desgaste y la frustración. Incluso luego del golpe político que tuvo Milei con el rechazo al veto en Diputados, y la enorme Marcha Federal -en un escenario donde el gobierno estaba acorralado por el derrumbe económico y la crisis política- era la oportunidad para ir a fondo con la lucha por medio de la huelga general educativa. Sin embargo, la Federación levantó el plan de lucha pensando que las elecciones de octubre iban a imponer una derrota del gobierno y frente a eso poder avanzar bajo la presión parlamentaria.

En el congreso, se volcaron algunos mandatos de asambleas de las Asociaciones de Base, como fue el caso de San Luis que planteó un Congreso Docente de todas las Federaciones para el mes de diciembre que discuta cómo enfrentar en enero la reforma laboral y prepare el no inicio del 2026. La limitación de esta propuesta es que planteaba que la organización y la dirección del congreso esté en manos del Frente Sindical: el mismo frente que ha clausurado la lucha universitaria.

CONADU, que se reunió días después del congreso de CONADU H, decidió sólo impulsar una consulta a la docencia para ver cómo continuar. Las otras federaciones directamente ni se han pronunciado. No se puede esperar nada de FEDUN o FATUN qué responden a la CGT, cuando integran el Pacto de Mayo y van a permitir que el gobierno avance con las reformas.

Es necesario que llamemos a parar este 12,13 y 14 de noviembre, y abramos el debate entre la docencia universitaria sobre qué perspectiva le imprimimos al movimiento universitario: si la línea de adaptación parlamentaria y electoral que han llevado adelante todas las federaciones o si preparamos con autoconvocatorias, asambleas, la necesidad de tener como rumbo la huelga general que tire abajo las políticas de destrucción educativa y universitarias.

Revista EDM