La asamblea ordinaria del SUTEBA Bahía Blanca

Escribe Emiliano Fabris

Tiempo de lectura: 3 minutos

Con la presencia de 140 docentes, se realizó la asamblea ordinaria del SUTEBA Bahía Blanca. La conducción local Multicolor comenzó la asamblea proponiendo una declaración de solidaridad con la docencia y comunidad educativa de Mar del Plata ante un reciente y grave hecho de violencia en una escuela primaria. Luego, leyeron una memoria local, que compendió las actividades y medidas hechas durante el año, junto con informes de algunas secretarías. Todo este asunto estaba fuera de temario, por lo que se trató de una autopropaganda.

De esa lectura, sin embargo, se pueden establecer conclusiones importantes. El 2025 que termina será el primero en que la seccional no haya convocada a una asamblea general de todos los turnos y niveles para votar un plan de lucha. Esto fue, sin embargo, resuelto por el cuerpo de delegados, por lo que se trata de un desconocimiento de lo resuelto por las bases. Durante el año se realizaron reuniones, asambleas por niveles, protestas fragmentadas y discontinuas. Las medidas enumeradas entran en contradicción con otras llevadas a cabo por las seccionales de Tigre y Marcos Paz, en particular dos paros provinciales, que la conducción local alternó por una jornada con certificado gremial. Las huelgas al margen de la burocracia de Baradel y de todo el Frente Gremial son la llama de una rebelión docente. SUTEBA Bahía Blanca no llamó a parar el 20 de mayo, en ocasión de un paro convocado por la FEB en rechazo al acuerdo paritario. Como la Multicolor ha planteado sistemáticamente la exigencia de que Baradel lidere un plan de lucha, es claro que esta parálisis se encuentra en un seguidismo a la burocracia.

En cuanto al debate de la memoria, balance y política gremial, el debate estuvo atravesado por la trivialidad de las intervenciones de los miembros de la Multicolor y La Celeste. No se presentaron elementos programáticos ni propuestas de acción de parte de ningún bando, sino que se centraron en el escenario electoral que recién tendrá lugar a mediados del año entrante. Para la Multicolor bahiense, luego de 22 años de conducción, estaría en riesgo perder las próximas elecciones. Enrique Gandolfo, dirigente de la principal agrupación de la Multicolor local, presentó el escenario actual como la “noche más oscura” revelando un alto grado de desmoralización, a pesar de las fuertes huelgas docentes mencionadas, de las cuales su corriente pareciera no sentirse parte. Es significativo para una corriente ferviente defensora del chavismo en su momento no destinar una palabra de repudio a las agresiones militares de Trump a Venezuela. Con respecto a las elecciones, se refirió a una “confrontación de dos modelos”, en el cual el defendido por su corriente tendría como principal mérito –y único- “no haber puesto al SUTEBA detrás de ningún gobierno”. Esta caracterización debe ser objeto de un profundo debate, en primer lugar, a la luz de lo dicho arriba y el cuadro de conservadurismo que atraviesa la seccional que no tiene como política una acción independiente de Baradel. Luego, a lo largo del último periodo, la conducción local promovió incontables acciones políticas “unitarias” con sectores de la burocracia cuya pertenencia política al Estado es incuestionable. Este año, en ocasión del 24 de marzo con el kirchnerismo y el 1ro de mayo con la CGT. En el ballotage del 2023, Gandolfo llamó a votar por Sergio Massa bajo la sinuosa forma de “no votar a Milei”. Esta orientación no es criticada, de nuestra parte, en forma ocasional, sino que constituye décadas de delimitación política, como puede apreciarse en Prensa Obrera y ahora en Política Obrera, ya que el actual Partido Obrero se ha asimilado políticamente a la corriente de Gandolfo en el SUTEBA. Los oradores de Tribunas Docente (Partido Obrero) y la Marrón (PTS) hicieron llamados vacíos de contenido a apoyar a la Multicolor, completando un cuadro de autoproclamación. En cuanto a la Celeste, no fue capaz de defender la política gremial de Baradel y esbozó un llamado a “enfrentar juntos a Milei”.

Nuestra corriente, la Tendencia Docente Clasista-Naranja, presentó su política gremial, proponiendo una campaña de lucha contra la reforma laboral, contra el protectorado financiero de Trump-Milei, y por el salario docente en provincia de Buenos Aires. Planteamos la convocatoria a una asamblea general para votar un plan de lucha propio, la coordinación con las seccionales de Tigre y Marcos Paz, encabezado por la preparación de una huelga general.

Al momento de votar, se votó unánimemente una junta electoral presentada por la conducción local con 114 votos a favor. La memoria y balance de Baradel fue rechazada por 115 votos y recibió 26 votos a favor. La política gremial de la Multicolor recibió 102 votos, la Naranja 9 votos y la Celeste 26. Es indudable que el fuerte repudio a la Celeste y Baradel fue canalizado por la conducción local, que ha presentado los resultados como una ratificación de su gestión. El impasse del sindicato es, sin embargo, manifiesto y debe ser resuelto mediante una fuerte deliberación de sus bases hacia el próximo período.

Revista EDM