Santiago del Estero: Justicia por Camila Barrera

Escribe Valeria Morales

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El pasado sábado 8 de noviembre la ciudad de Frías, provincia de Santiago del Estero, se vio conmocionada por la noticia del hallazgo sin vida de Camila Barrera, cuyo cuerpo fue encontrado a la vera de la ruta nacional N° 157 de dicha ciudad.

Camila era una joven de 18 años de edad, recién cumplidos. El crimen ocurrió a la salida de una fiesta. Cuando Camila se retiraba de la misma, se encontró con Raúl Pallares, quien se encuentra detenido por el crimen. Se entregó a la policía y confesó. Dijo que “se le fue la mano”. Tiene antecedentes: cumplió una condena de 9 años y 6 meses por abuso sexual.

La noticia del crimen, difundida a través de las redes, causó conmoción en toda la provincia, e incluso trascendió en los medios nacionales. La familia de la joven denunció que en la ciudad las redes de trata, prostitución a menores de edad y el narcotráfico están a la orden del día; señalaron que reclutan menores, a quienes las drogan y las entregan por montos de 7.000 a 30.000 pesos, a sus “clientes”. También alegaron que hay otros implicados en el femicidio de Camila, también víctima de esta red de trata.

La situación de amplias franjas de la juventud, golpeada por la crisis social, la falta de trabajo, la deserción escolar, sin horizonte y perspectivas, son completamente vulnerables para que sobre ellas puedan operar las bandas criminales. Es claro que todo esto puede ocurrir porque detrás de todas las redes de trata existe un entramado de complicidad de todo el arco de la justicia y del poder político, encubriendo y dando vía libre para que se prosiga con estos ataques. En resumen, un régimen en decadencia no puede ofrecer más que miseria y degradación de las relaciones humanas. Frente a este cuadro de barbarie, la alternativa es la organización independiente de la juventud y de las familias obreras.

Revista EDM