Escriben Eugenia Arribálzaga y Julio Gudiño
Sobre las Jornadas Institucionales Bonaerenses.
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El miércoles 3 de diciembre, en todas las escuelas de la provincia de Buenos Aires, se llevaron a cabo las Jornadas Pedagógicas convocadas por la DGCyE con el fin de convalidar los recortes de contenidos de la escuela secundario media. El convite a la docencia para “Analizar y reflexionar sobre los nuevos diseños curriculares” no fue otra cosa que una puesta en escena para simular un “debate democrático” en donde el “Estado escucha a los docentes”, pero la reforma de los diseños curriculares ya está elaborada en sus aspectos fundamentales y esto se hizo, al igual que el NRA o el Convenio de Trabajo que sustituirá al Estatuto Docente, a espaldas de los trabajadores de la educación.
Fundamentalmente, apunta a la degradación de la formación científico-técnica de los estudiantes y reducir en el mediano plazo la masa salarial docente. Los recortes de los contenidos a enseñar en el aula toman la forma de un ataque directo a las disciplinas científicas como, por ejemplo, la biología y la física o la historia y la geografía, y su fusión en Áreas, sea Ciencias Naturales o Ciencias Sociales. En esta fusión se van a perder módulos (horas de trabajo frente a alumnos) como ya está sucediendo en la escuela secundaria técnica donde se implementó un nuevo Diseño Curricular (2025). Por ejemplo, en el ciclo de formación general, desaparecen Historia y Geografía y esos 4 módulos son absorbidos por el área Ciencias Sociales de 3 módulos. O sea, se esfuma el 25% de la masa salarial y el estudiante tiene menos tiempo de formación en Ciencias Sociales. Con la perorata de romper los moldes estancos, que supuestamente imponen las disciplinas, entra en escena el verso de la “multidisciplinariedad” que es el caballito de batalla del gobierno de Kicillof para meter ésta contra-reforma educativa que degrada la formación de los estudiantes y ataca el trabajo docente. Para hacer pasar semejante ataque a los estudiantes y docentes es que las Jornadas comenzaban con el siguiente formato: ¿Qué ejes tomarían o creen que son indispensables del diseño curricular de geografía del primero al sexto año? Con este tipo de planteos obligaban a los docentes a tomar algunos ejes temáticos de los actuales diseños curriculares y dejar afuera otros ejes. Luego, los funcionarios del gobierno insistieron una y otra vez que hay superposición de ejes temáticos en los diseños curriculares de una misma disciplina (materia) y entre las disciplinas (otras materias). Ejemplo: el modelo primario exportador se ve en varios años de una misma materia y en diversas materias. Entonces ¿Por qué no agrupamos diversas materias como historia, geografía, economía y sociología en una sola área con menos carga horaria? Este simplismo pedagógico obvia algo elemental: que tanto los fenómenos sociales como naturales son abordados desde diferentes escorzos (Abschattung) por cada una de las diferentes disciplinas y esto lejos de implicar una superposición de contenidos, implica una elaboración más profunda, compleja y superior en el proceso de producción de transmisión y producción del conocimiento de tipo científico.
Los docentes fueron divididos en sus diferentes áreas con el objeto de revisar los contenidos de los diseños curriculares actuales y, a través de un cuestionario, proponer cuales contenidos podían ser eliminados, cuales eran prioritarios y algunas sugerencias que podrían agregarse a los recortes. Esta jornada que se extendió por menos de 4 horas pretendió simular un “congreso pedagógico” exprés.
La docencia, y los estudiantes, actores fundamentales en el proceso educativo, resultaron ser convidados de piedra de la reforma de los diseños curriculares, promovidas por Kicillof, pensados en adaptar el sistema educativo a la degradación de un mercado cada vez más precarizado como consecuencia de las reformas laborales que impulsan a diestra y siniestra liberticidas y el peronismo.
Queda claro que los métodos utilizados para hacer pasar esta reforma degradadora son una réplica de los que se usaron para avanzar con el NRA. Este régimen, hoy repudiado por toda la docencia, trajo aparejada sobrecarga laboral, disminución de contenidos, violación del Estatuto y la plena consciencia de que vino a profundizar el deterioro educativo de larga data.
Sin embargo, estas Jornadas significaron para la docencia un lugar de encuentro y denuncia de la realidad que atraviesan las escuelas bonaerenses: falta de estufas, de vidrios, baños clausurados, sobrecarga laboral, salarios de pobreza, la violencia que se cuela por todos los poros de la escuela, la imposibilidad de dar clases en aulas con más de 35 alumnos, la falta de nombramientos, el rechazo al NRA, la complicidad de las direcciones gremiales en todo este proceso, etc.
En conclusión, la reforma de los diseños curriculares en la escuela secundaria, como las realizadas en superior, forman parte de una contra-reforma educativa de mayor alcance cuyo objetivo es destruir la educación pública, gratuita y de calidad y entregar al capital un filón enorme para la valorización del capital (privatización de la educación).
Al hundimiento de la calidad educativa y el avance de la súper explotación laboral de la docencia opongamos la convocatoria a un Congreso Pedagógico de Bases con mandatos por escuela para elaborar un programa educativo que parta de la defensa incondicional de una educación pública, gratuita, de calidad y la defensa de un salario docente igual a la canasta familiar y por un plan de obras públicas dirigidos a revolucionar las condiciones materiales de aprendizaje y enseñanza. Abajo el pago de la deuda pública usuraria.
