Escribe Carlos Blanco
Tiempo de lectura: 2 minutos
Por 63 votos a 49, la lista Naranja revalidó su mandato al frente de la Junta Interna del Hospital “Eva Perón” de Granadero Baigorria, provincia de Santa Fe.
La elección puso en debate qué tipo de organización y de programa necesitamos los trabajadores para enfrentar la tremenda crisis actual y la ofensiva ajustadora de los gobiernos.
La Naranja reivindicó su trayectoria de lucha de estos años. Es una lista clasista, que plantea la unidad de los trabajadores en la lucha y en los reclamos y que defiende la independencia política frente al Estado, las autoridades y los partidos políticos patronales.
La Naranja centró su campaña en la denuncia a la “reforma laboral” antiobrera de Milei, los gobernadores y la burocracia de la CGT, haciendo epicentro en las condiciones laborales en Salud y en el propio Hospital. Denunció las consecuencias por la falta de personal, que es el argumento de las autoridades para avanzar sobre los derechos de los trabajadores y sobre el Régimen de Licencias provincial (Decreto 1919).
Esta situación que afecta a todos los sectores del Hospital, pero se vuelve crítico en Enfermería, donde los enfermeros y enfermeras se ven desbordados por la cantidad de pacientes, llevando a una situación de estrés inaguantable que se traslada a la atención. En las Salas se producen los mayores choques entre los trabajadores y las Jefaturas por esta clase de motivos.
La lista N°2, opositora, fue un rejunte ocasional y oportunistas donde convergieron la kirchnerista Verde Blanca de ATE Santa Fe, la Verde de ATE Rosario, la Bordó (PJ) y el Departamento de Enfermería (supervisoras y jefas). Su plataforma llamaba a “reforzar la gestión”; es decir, a aceptar la política de ajustes, falta de personal, aprietes, desconocimiento del Régimen de Licencias, etc., que es lo que caracteriza a la ´gestión´.
La presión de las jefaturas en Enfermería llevó a una polarización en la votación e incluso a que algunos sectores no vayan a votar. ATE Rosario, que no tiene actuación en el Hospital, jugó sus recursos a este engendro. Al dominar la Junta Electoral, pudo hacer distintas maniobras en favor de la lista 2, como dar a conocer tardíamente la convocatoria de la elección con el propósito de que la Naranja no pudiera cumplir con los plazos o incluir en el padrón a trabajadores dados de baja del Hospital. Lo más burdo de todo fue la impresión de las boletas: las de la lista N°2 -que no había reservado color- se hicieron en verde, mientras que los de la Naranja se imprimieron en papel blanco. Quisieron crear confusión con el color, pero el tiro les salió por la culata.
Vamos con la Naranja. Este es el camino que hay que reforzar con el desarrollo de una agrupación de trabajadoras y trabajadores de la Salud junto con la Junta Interna.
