La Seaboard Co. arremete y los obreros comienzan a perder la paciencia

Escribe Julio Quintana

Tiempo de lectura: 3 minutos

Desde el 2018, después de imponer el despido de más de 181 obreros y la aplicación del “turno relevante”, la patronal norteamericana Seaboard que regentea el ahora ex Ingenio Tabacal, no ha hecho más que apretar el acelerador para liquidar las conquistas laborales que las rebeliones obreras de 2009, 2012 y 2016 supieron conseguir. En los dos últimos años ha impuesto paritarias a la baja y este año busca conformar a los trabajadores con el miserable aumento de 4 mil pesos decretados por el gobierno nacional a principios de año. A la vez sigue impulsando despidos encubiertos a través de un régimen de retiros voluntarios, en donde los trabajadores son “arreglados” con montos bajísimos.

Turno relevante, un fraude flexibilizador

Durante más de 6 años, los obreros de la ahora ex Tabacal rechazaron la imposición de un turno relevante que la patronal yanqui promovía, como una forma de respetar el descanso semanal para sus operarios, que trabajan todos los días durante los meses que se extiende la zafra. Los obreros nunca se opusieron a un régimen de descanso, sino que denunciaban la pérdida de un 40% de sus salarios, en tanto el trabajo en días feriados y fines de semana se remuneraban al 200%. Además, denunciaban el sobre trabajo que implicaba ya que significaba una reducción del 20% del personal por cada turno.

Hoy en día, la realidad les da la razón: La Seaboard no respeta los descansos y los paga como horas extras simples a sus operarios. Además, con la cantidad de despidos de los últimos dos años ha aumentado considerablemente el sobre trabajo en todos los sectores y también la jornada laboral que se extiende hasta 12 hs diarias. Para colmo, las horas extras no se están pagando en tiempo y forma.

La excusa del coronavirus

Bajo la excusa de la pandemia, Seaboard no cumple, desde hace siete meses, con el convenio pactado de entregar la leche para los hijos de sus obreros hasta los 8 años. Peor aún, a más de un mes de haber comenzado la zafra 2020, hay decenas de trabajadores temporarios que no están siendo convocados a servicio en nombre de que son “factores de riesgo”. Al interior de la fábrica, el protocolo de bioseguridad no ha sido acordado con los trabajadores ni el sindicato y recarga la responsabilidad en el personal, deslindando a la patronal. Tampoco se garantiza un transporte seguro y en condiciones.

Reorganizarnos para la lucha

Si bien la patronal yanqui hace gala de no haber solicitado los ATP del gobierno nacional, lo que no dice es que en los últimos 3 años ha logrado reducir a un tercio el valor en dólares de la fuerza de trabajo local, tal como le reclamaba al gobierno provincial y nacional en 2017. Si a ello le sumamos el aumento de la productividad con menos personal y el aumento de tiempos de trabajo, la Seaboard ha saneado sus cuentas sobre la base de un fenomenal aumento de la explotación obrera.

Si bien todavía pesa la derrota de 2018, que también consagró en los hechos la prohibición para que los miembros del Sindicato de Trabajadores Azucareros (STA) puedan actuar dentro de los lugares de trabajo, la bronca obrera crece día a día. Los atropellos de los supervisores son constantes y no resuelven ningún reclamo sobre malas liquidaciones o falta de insumos de trabajo. La patronal tampoco responde a los reclamos del STA mientras los ministerios de trabajo nacional y provincial se han declarado en cuarentena y tampoco actúan ante los atropellos denunciados. Por otro lado, el aumento salarial del 38% y el establecimiento de un básico para la categoría 1 de $42.715,00, conseguido por un paro de 48 horas por parte de la Fotia y la Feia tucumanas, ha abierto la deliberación sobre la necesidad de defender las paritarias.

Es necesario reconstruir la organización obrera desde las bases e impulsar la deliberación, bajo las formas que se pueda, para quebrar la persecución patronal. Hay que preparar una asamblea general del STA, que una a los trabajadores de la fábrica y el campo con un pliego común que comience por el aumento del 38%, el fin de los atropellos patronales, el ingreso inmediato de todos los temporarios y por un protocolo obrero ante el covid-19, para resguardar la vida de los trabajadores y sus familias. Con este objetivo, la agrupación obrera Primero de Mayo, miembro de la actual directiva del STA, ha arrancado una campaña pública de denuncia de la patronal negrera.

Suscribite al canal de WhatsApp de Política Obrera