Huelga general en Colombia

Escribe Emiliano (Belgrano)

Tiempo de lectura: 3 minutos

HUELGA GENERAL EN COLOMBIA

Con multitudinarias movilizaciones y ocupaciones de universidades se llevó adelante la huelga general en Colombia. Duque, que asumió en agosto del año pasado, ventiló una serie de reformas antiobreras llamadas “paquetazo”, que desató la bronca social y el llamado a la huelga general. Este es un aspecto de la cuestión.

El otro es que después de los ´acuerdos de paz´ (24 noviembre 2016), fueron asesinados, según el Instituto para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), 777 líderes sociales y sindicales (155 sólo en 2019), y 169 excombatientes de las FARC. “Si no hay justicia para el pueblo, no hay paz para el gobierno”, decían las pancartas. Se trata de una huelga histórica que le asesta un golpe al nivel de flotación del gobierno – la acción paramilitar, “los falsos positivos”. Desde la huelga general de 1977 no se veía nada semejante.

El conflicto estalló cuando se conoció que Duque quería reducir al 75% del mínimo el salario de los jóvenes, imponer contratos por hora, eliminar el sistema público de jubilaciones, privatizar Ecopetrol, Colpensiones.

La plaza Bolívar de Bogotá fue colmada por 250.000 personas. Muchos manifestantes no pudieron entrar por el operativo que militarizó la capital. Días antes del paro, el gobierno cerró las fronteras terrestres y fluviales, estableciendo el toque de queda (BBC, 19/11). Se realizaron allanamientos en las principales ciudades a locales partidarios (RT, 21/11). Se registraron protestas y movilizaciones en 420 puntos del país (El País, 21/11), con piquetes y ocupaciones. Gremios de transporte y comercio no pararon, por lo que las movilizaciones y piquetes –desde las 4 de la mañana con enfrentamientos cuerpo a cuerpo con la policía– garantizaron el derecho a huelga de millones de trabajadores.

El ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, confirmó tres muertos, dos “durante enfrentamientos con la Policía en los municipios de Buenaventura y en Candelaria” (Infobae, 22/11). Trujillo reportó que la jornada del jueves había concluido con 98 detenciones, 151 efectivos de las Fuerzas Armadas y 122 manifestantes heridos (la vanguardia, 22/11). Los detenidos subieron a casi 300 para el viernes.

Contra el “paquetazo” de Duque se levantaron indígenas del Cauca que fueron brutalmente reprimidos. Estudiantes ocuparon diferentes universidades en el país, y los sindicatos se pronunciaron contra las reformas. En Medellín salieron a las calles más de 70.000 personas. En Bucaramanga se contaron 20 cuadras de manifestantes. En Bogotá se sumaron las hinchadas de Millonarios y Santa Fe y en Medellín, se juntaron las de Atlético Nacional e Independiente. En Barranquilla y Cali se produjeron enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.

Se registraron saqueos en Cali (donde se decretó el toque de queda desde las 19 horas) y la represión llegó a la Universidad del Valle. Un cacerolazo en todo el país fue la respuesta contra la represión estatal. 37 policías y 42 manifestantes heridos (RT, 21/11).

Solidez y apariencia

Duque ganó en 2018 por medio de un balotaje, y perdió por paliza las recientes elecciones municipales. Colombia era presentada como un “ejemplo”, apoyada en el dinero del narcotráfico. Cayeron los salarios reales y aumentó la desocupación (10,8%). La magnitud de la huelga general contrasta con el 4% que alcanza la sindicalización.

La denuncia de la masacre de niños debida a bombardeos militares ha provocado la renuncia del ministro de Defensa. El acuerdo de paz naufraga, como los del pasado, por el crecimiento de los asesinatos paramilitares. El 95% de ellos queda impune. En el decisivo escenario rural se contaron casi 800 asesinatos y 210.000 personas fueron desplazadas. Los movimientos indígenas “exigen protección luego del asesinato de 134 comuneros desde que asumió Duque” (Perfil, 21/11). Duque es la continuidad de la expropiación de campesinos e indígenas a favor de las oligarquías terratenientes.

Buenos Aires

El reclamo de más de 3.000 personas en Buenos Aires contra el “paquetazo” y el gobierno de Duque constituyó la movilización más grande fuera de Colombia. Se sumaron Nueva York, Madrid, Ciudad de México, Roma, Berlín y Santiago. En Colombia gobierna el régimen de los “bueyes” y las “balas”. La protesta en el Obelisco reafirmó el deseo de la mayoría de los colombianos de “que se vaya Duque” y el “Uribismo”. Denunciaron que en Colombia rige un “narco-Estado” y un “Estado paramilitar”. En la protesta se denunció que un nuevo asesinato político se produjo en el Cauca.

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