Hospital Mercante: la lucha por los llamados "contactos estrechos"

Escriben Silvia Mitchenko y Paola Trejo

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La Junta Interna del Mercante estuvo denunciando todas las semanas las irregularidades e incumplimiento del protocolo en el hospital. Lo elevamos al comité de crisis; a la dirección Ejecutiva y a la Aseguradora de Riesgo Trabajo para cubrir a los compañeros de cualquier denuncia o compromiso legal que pueda recaer sobre ellos.

Uno de los casos que tuvimos que enfrentar fue que el comité de crisis decidió que las entregas de viandas y desayuno sean personales. De esta manera, los médicos y enfermeros de la sala del triage del Covid19 debían bajar y deambular por los pasillos para buscar su comida, aumentando el riesgo de contagio. Los trabajadores nos habíamos organizado para evitar esa situación, por eso había compañeros designados para ir al triage para retirar colectivamente las viandas y evitar la circulación innecesaria y exponerse a posibles contagios. Desde la comisión interna hicimos una suerte de piquete en la puerta del comedor y denunciamos públicamente esta situación. Finalmente logramos que se diera marcha atrás. A su vez, el comité de crisis desconoce nuestra comisión de control, votada en asamblea. Estos ejemplos muestran a las claras que los comités de crisis armados por la dirección tienen como único objetivo quebrar la organización independiente de los trabajadores en sus lugares de trabajo.

Hay otra lucha muy importante que estamos dando actualmente y sabemos que se repite en los hospitales y en la mayoría del resto de los lugares de trabajo como las fábricas: los contactos estrechos. Ocurre lo siguiente: cuando a un trabajador de la salud se le detecta positivo, por protocolo se debe poner en aislamiento primeramente a todo personal que tuvo contacto con ese caso confirmado y luego hacer el hisopado (en caso de presentar un solo síntoma).

El protocolo define contacto estrecho cuando se tuvo contacto por más de 15 minutos a una distancia de 2 metros sin protección.

En nuestro hospital ocurrió que, a aquellos compañeros que se pusieron firmes y denunciaron haber tenido contacto estrecho, se los testea y se los pone en aislamiento, pero en otros sectores, no... "Si pasa, pasa", como dice el viejo dicho popular. En esos casos, hemos realizado, con la ayuda de los abogados de la Tendencia, actas denunciando todas las irregularidades para proteger legal y administrativamente a los compañeros.

Esta política del "si pasa, pasa" la hemos detectados en varios hospitales de la zona norte, demostrando que es una política de Estado y no un hecho aislado. Ocurre que, al poner en aislamiento los contactos estrechos, el déficit del personal se profundiza aún más, poniendo de manifiesto el vaciamiento sanitario en ese aspecto.

Por último, queremos advertir a los activistas que no debemos olvidar las UPAs o salitas descentralizadas de salud que se ubican en la periferia de los distritos, donde la desidia del Estado es aún mayor que en los hospitales centrales. En nuestro distrito hemos detectado que los compañeros no tienen ni la más mínima protección y que carecen de una organización del espacio hospitalario para poder desempeñar la tarea.

La situación es penosa: los choferes de ambulancias del distrito de José C. Paz son obligados a trabajar 12 horas, sin francos, por un salario de $32.000.

A esos compañeros también hay que organizarlos, es lo que estamos haciendo desde el Mercante. Compañeros, la lucha por el cuidado de nuestra salud continúa y se hace cada vez más cruda a medida que avanza la pandemia. Es importante poner en pie a las comisiones internas, elegir delegados, exigir a los sindicatos que cumplan con su rol, dejar constancia por escrito de todas las irregularidades e ir a un gran congreso de bases para luchar contra el ajuste.

El 15 de julio tenemos una jornada de lucha convocada por varios sindicatos y organizaciones de residentes y concurrentes. Llamamos a todos a sumarse para hacer oír nuestros reclamos.

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