Justicia por Julieta y todas las víctimas de femicidio

Escriben Alicia Escudero (Rosario) y Marilin Gómez (Santa Fe)

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El hallazgo del cuerpo de la joven de 19 años, Julieta Abigail Delpino, quien se encontraba desaparecida desde el viernes por la noche cuando salió de su trabajo, generó un repudio generalizado en toda la provincia.

En la pequeña localidad de Berabevú, al sur provincial, se desató una pueblada sobre la comisaría, lo que obligó a que el principal sospechoso del crimen fuera trasladado a Chañar Ladeado, una comuna limítrofe. Allí, donde se encuentra presente aún en la memoria colectiva el reclamo de justicia por Irina Montoya y Dolores Sánchez (1998), todo el pueblo se volcó sobre la comisaría exigiendo justicia. Debieron sacar al asesino disfrazado de policía ante la furia de la población.

Según el resultado de las primeras investigaciones, el asesino no habría actuado solo. Además, contaba en su haber con denuncias por acoso y hostigamiento hacia Julieta y otras jóvenes de la localidad. Es lógica la reacción de los habitantes de la zona cuando se repiten los casos de complicidad y encubrimiento por parte de la policía y las instituciones del Estado. La brutalidad con la que se evidencia fue ejecutado el femicidio nos trae también a la memoria el caso de Chiara Páez, por cuyo asesinato se gestó el "Ni Una Menos”.

Este no ha sido un caso aislado. En los últimos 15 días, Gisela Fiamaca murió en la guardia de un hospital de la ciudad de Santa Fe. Había denunciado violencia de género por parte de su pareja, al igual que la mayoría de las mujeres víctimas, sin obtener auxilio. En el norte de nuestra provincia, Roció Vera, de 14 años, fue violada en manada y asesinada brutalmente estando embarazada. En lo que va del año, se han registrado en Santa Fe al menos 30 femicidios.

Si bien las puebladas del sábado a la noche incentivaron la organización de concentraciones en todas las plazas centrales de la provincia, hubo fuerte presión de los sectores afines al gobierno para frenar la iniciativa. El colectivo #NiUnaMenos y la mayoría de las organizaciones feministas no convocaron a movilizar, proponiendo una acción en las redes que no denuncia al Estado.

Sin embargo, en las plazas de cada municipio y comuna de la zona se concentró al grito de “Julieta ¡presente!”. En Rosario, la protesta se hizo notar a pesar del paro de transporte. El Plenario de Trabajadoras (Tendencia) fue convocante, en toda la provincia, a actividades que muestren la urgencia de organizar un plan de lucha. Por Julieta y por todas las víctimas, es necesario que el movimiento de mujeres salga masivamente a la calle; tenemos la tarea de reforzar la organización y la movilización de las mujeres junto al conjunto de la clase trabajadora, porque el fin de la violencia contra la mujer solo va a venir de la mano de nuestra organización contra todas las opresiones.

Ganemos las calles contra la violencia y la impunidad. Ni una menos. El Estado y los gobiernos son responsables.

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