Covid en Merlo

Escribe Gustavo Nuovacasa

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La fase que terminó el 17 de julio, supuestamente más estricta que la anterior, nos revela nuevos datos de la expansión del covid19 en el distrito, donde la curva de contagios continúa subiendo.

Con 2.584 casos confirmados y 36 muertes al 20 de julio, se observa que el crecimiento de los contagios nunca se detuvo. Según datos oficiales del municipio, entre el 24 de junio y el 1 de julio, se pasó de 799 casos a 1.112, un promedio de 44 nuevos contagios por día. Entre el 18 y el 21 de julio, el crecimiento de la curva se acentuó -de 2.340 a 2.595 casos- promediando 85 contagios por día.

Con toda esta situación, sin embargo, el municipio continuó habilitando la apertura de nuevas actividades - industrias manufactureras, comercios de cercanía, agencias de juego, mudanzas, servicios inmobiliarios, profesiones de salud, servicios de mantenimientos de hogares, peluquería y estética.

Las estadísticas marcan que el 80% de los contagios se produce entre la población de 20 a 59 años. Es la franja etaria en la que se ubica justamente la población económicamente activa, que se ve obligada a salir y exponerse al virus por esta política de flexibilización de la cuarentena en forma encubierta.

Todos estos datos marcan los límites y la incapacidad del gobierno que no logró “aplanar la curva de contagios” y es responsable por la precarización en la infraestructura sanitaria, con hospitales trabajando al tope de su capacidad y personal insuficiente, al borde del colapso.

El pueblo trabajador de Merlo necesita un programa que se oponga al contagio que vehiculizan las patronales.

La integración de la salud privada al Estado bajo el control de los trabajadores de la salud. Testeos e hisopados masivos en todos los barrios y lugares de trabajo. Protocolos sanitarios bajo control de los trabajadores.

Entrega de un subsidio que cubra la canasta de alimentos de $ 40.000. Aumento de todos los planes sociales.

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