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El martes se reunieron Alberto Fernández y Moyano en una de las sedes del Sindicato de Camioneros en Constitución. También estuvieron presentes sindicalistas aliados al moyanismo como Plaini del Sindicato de Canillitas y Pignanelli del SMATA.
La reunión es parte del itinerario que viene llevando adelante Alberto Fernández con distintos referentes de la burocracia sindical con el objetivo de ir cerrando acuerdos de cara al pacto social y la tregua de 180 días.
Moyano en particular pidió a cambio que se le dé el control de la empresa OCA, la cual emplea a 7 mil camioneros y hoy está en quiebra, poder colocar alguno de sus alfiles en puestos claves como el ministerio de transporte y de trabajo y, en último lugar, el otorgamiento para sus afiliados de un bono de 20 mil pesos a pagar en 4 cuotas.
Para justificar el pacto social y la tregua, el argumento que esgrimen es el mismo de siempre: la necesidad de sacar al país adelante después de la catástrofe que dejó el gobierno anterior, un retorno al cuento de "la pesada herencia".
El pedido del control de OCA de llevarse adelante coloca a Moyano como patrón y representante gremial de los 7 mil trabajadores camioneros empleados en la compañía postal. Una experiencia ya vivida cuando el mismo Moyano echó al entonces dueño, Patricio Farcuh, para ponerse el mismo al frente de la compañía, ante un conflicto gremial desatado por el atraso en el pago de los sueldos 2016 que llevó a un parazo, entonces, con asambleas, piquetes y movilización a pesar del gremio y que desnudo el vaciamiento realizado por la patronal con desvío de fondos en concepto de aportes previsionales y de obra social por más de 4 mil millones de pesos.
Durante su intervención en el mando de la empresa postal, los desvíos de fondos millonarios continuaron en conceptos de donaciones al club del mismo sindicato mientras a los trabajadores se les pagaba los sueldos en cuotas, se recortaban horas extras, se avanzaba con los retiros voluntarios y se perseguía a los activistas que habían impulsado las asambleas y el paro. En otras palabras, como representante gremial Moyano termino siendo un patrón explotador como Farcuh.
Hoy en día la empresa funciona bajo la figura de quiebra con continuidad, intervenida por un juez y un abogado del sindicato de camioneros, con una deuda que asciende a los 8 mil millones de pesos, con el pago de los sueldos en cuotas y la más absoluta incertidumbre con respecto al cobro de los aguinaldos, bonos y la continuidad laboral. El trabajo que realizaba oca se desvió a otras empresas de correo que lo realizan con trabajadores precarizados. Todo un ensayo de reforma laboral resultó ser OCA y no para el gobierno y las patronales, sino que para la misma burocracia sindical.
En este sentido, la reunión entre Alberto Fernández y Moyano no es más que el ajuste en las clavijas de una estrategia que tiene como objetivo descargar la crisis sobre los trabajadores. La huelga general marca un rumbo para arruinar los planes del gobierno entrante y superar a la burocracia entreguista de los Moyano y compañía.