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El Tribunal de Casación Penal de la provincia de Buenos Aires rechazó el fallo del Tribunal en lo Criminal N°1 de Mar del Plata, que absolvió a los acusados por el femicidio de Lucía Pérez y los condenó, en cambio, a 8 años de prisión por tenencia y comercialización de drogas.
Los jueces de Casación rechazan el fallo porque “el mismo se fundó en intolerables prejuicios y suposiciones basados en estereotipos de género”. Luego de la gran lucha popular que recorrió todo el país pidiendo justicia por Lucía en particular, y para que paren los femicidios en general, este fallo podemos entenderlo como una victoria del movimiento de mujeres.
Desde la primera movilización, en el año 2016, las jornadas de lucha por Lucía tuvieron un carácter masivo, e incluso luego del fallo del TOC N°1, la familia continuaba convocando a jornadas en las que se expresaba todo el potencial del movimiento de mujeres. Hoy, luego de cuatro años de lucha, Casación decide aceptar la apelación de la familia, y con esto se abre un nuevo juicio.
La cuarentena y la pandemia han sacado a la luz el estado de descomposición en el que se encuentra el régimen social. Esto se ha expresado muy claramente en una agudización de la violencia de género y en los 140 femicidios registrados en lo que va del año. Por otro lado, el sistema de salud público ha dejado a las mujeres en una situación de mucha mayor vulnerabilidad que antes, por ejemplo, no garantizando el derecho a la interrupción legal del embarazo. Solo podremos encontrar una salida a este cuadro social con una acción conjunta y organizada del movimiento de mujeres y de los trabajadores.
Un gran ejemplo del poder del movimiento de mujeres organizado es el caso de Marina Martínez, una joven de José. C Paz que había desaparecido y fue recuperada por los piquetes y la movilización independiente de la familia, amigos y vecinos del barrio. Esta experiencia debe dejarnos la lección de que los métodos históricos de la clase obrera son los únicos que nos permitirán ganarle la pelea al Estado, el organizador del crimen, la trata y el narcotráfico.
En esta nueva etapa de la lucha que se abre, debemos ir a una pelea a fondo contra el Estado, el responsable de encubrir y reproducir la violencia contra las mujeres. Para esto el movimiento de mujeres debe ir a una deliberación, en los lugares de trabajo, de estudio y en los barrios. Tenemos que votar un plan de acción, independiente del Estado y en conjunto con toda la clase obrera, para conseguir justicia por Lucía Pérez.
¡Justicia por Lucía Pérez!
Ni Una Menos. Basta de femicidios. El estado es responsable.