Escribe María Eugenia
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Los trabajadores del municipio de Berazategui, en su mayoría, cobran salarios por debajo de la línea de pobreza. La mayor parte de los trabajadores se encuentra bajo contratos renovables cada 6 o 12 meses, hay compañeros en esta situación desde hace más de 25 años. Las horas extras, imprescindibles para poder llegar a fin de mes, son moneda de cambio de los jefes del aparato mussista por dinero y/o favores. El pase a planta permanente no escapa a esta dinámica de extorsiones y arreglos. Hoy son moneda corriente las amenazas de despido en caso de no guardar silencio sobre la identidad de los compañeros en aislamiento por covid. Naturalmente, existe una fuerte presión sobre todo aquel trabajador que quiera organizarse de forma independiente para luchar por sus derechos.
Actualmente, los trabajadores esenciales y el personal administrativo de guardia no cuentan con protocolos de bioseguridad, ni EPP (elementos de protección personal). Suman más de 40 los casos de trabajadores infectados. Sumado a esto, los trabajadores son extorsionados permanentemente para guardar silencio y ocultar con excusas en caso de cumplir aislamiento. Un compañero de transito fue despedido por contar que había de un caso de covid en su área de trabajo. El distrito de Berazategui es gobernado hace más de 30 años por el ´mussismo´, una corriente peronista hoy alineada al Frente de Todos. El actual intendente, Juan José Mussi, ha entretejido un aparato en base a favores, prebendas y negociados digitados desde el poder ejecutivo.
En el municipio de Berazategui hay tres sindicatos y un cuarto en formación. Todos han guardado silencio frente a esta situación, a pesar de que los compañeros han acudido en forma recurrente a ellos para plantear la falta de protocolos, elementos de protección, sanitización de los elementos de trabajo y testeos. La repuesta por parte de las conducciones gremiales ha sido entregar algunos barbijos y alimentos “en donación” para los trabajadores aislados. Estas mismas conducciones tampoco dicen nada de la discusión paritaria, suspendida en los hechos, pero, sin embargo, han aumentado la cuota gremial y se benefician a costa de los trabajadores, otorgando préstamos a los empleados que acuden presionados por la imposibilidad de llegar a cubrir sus necesidades a causa de los bajos salarios.
En el actual contexto de crisis por la quiebra del estado nacional y estados provinciales que destinan sus recursos al pago de los intereses de deuda y salvataje de los grandes capitales, los trabajadores municipales abrimos el debate sobre la necesidad de una organización clasista y de lucha, independiente de los gobierno patronales y de las burocracias sindicales, para pelear por salarios que igualen a la canasta básica, el pase a planta permanente, en defensa de nuestra caja jubilatoria, por la apertura inmediata de paritarias y la lucha para la defensa de la salud y la vida de los trabajadores esenciales y sus familias.
En octubre del 2019 los compañeros del área de seguridad e higiene con el método de asamblea, retención de tareas y acampe por tres días conquistaron una recategorización del 100% del básico. Es en base a este método de asambleas en los lugares de trabajo, resoluciones, planes de lucha y huelga que impondremos la defensa de nuestras vidas y de nuestro salario. Es imperiosa la lucha política para desarrollar la conciencia de clase y la necesidad de convocar a un congreso de toda la clase trabajadora que ponga en pie la defensa de nuestros intereses de clase que solo serán satisfechos en un gobierno de trabajadores.