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Tras 10 días de huelga de hambre en las cárceles bonaerenses, familiares de privados de libertad que ya venían manifestándose y reclamando algún tipo de atención, fueron recibidos el viernes 13 de diciembre en el Ministerio de Justicia provincial, en una primera instancia de dialogo por parte del gobierno. En la reunión se comprometieron a gestionar y constituir una mesa de diálogo, a realizarse entre los días 19 y 20 de diciembre, con representantes del Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial, que atenderían los reclamos de una delegación elegida por los detenidos de cada unidad. Un compromiso que surge luego de que la huelga se extendiera por más de 27 cárceles bonaerenses, comisarias, alcaidías y unidades penitenciarias de más de 10 provincias de todo el país que adhirieran en apoyo al reclamo.
El compromiso de la realización de la mesa de diálogo ha provocado que algunos internos finalicen con la huelga de hambre, aunque muchos son los que la continúan en las distintas unidades, la discusión acerca de si levantar o no la huelga, más la presión del Servicio Penitenciario que busca dividirlos, ha elevado mucho la tensión interna en las cárceles, a tal punto que en las últimas horas se han desencadenado actos de violencia con resultados de internos con lastimaduras y puntazos.
La voluntad del Estado de interrumpir de una manera violenta este proceso de organización y reclamo pacífico fracasó una y otra vez, la huelga inevitablemente se fue extendiendo dando muestras de firmeza. En esta etapa, los detenidos están eligiendo sus propios delegados para ser representados y exponer sus reclamos ante la mesa, avanzando así en un grado de mayor organización.
En este contexto, de realizarse la mesa de dialogo con la presencia de los tres poderes, un compromiso arrancado con la huelga, constituiría un hecho inédito en los últimos años de historia carcelaria en nuestro país.