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El cortometraje documental, realizado por Ernesto Gut y el grupo “El cielo por asalto”, refleja la lucha de las 2.500 familias que vienen sosteniendo la lucha por la vivienda en la localidad de Guernica, Presidente Perón.
Mediante testimonios de compañeros y compañeras que llevan adelante esta lucha -incluida nuestra compañera Verónica, detenida por querer instalar un merendero para los chicos de la toma-, el cortometraje da cuenta de los fundamentos de esta lucha. Con familias, muchas de ellas jóvenes, comentando la imposibilidad de hacer frente a los alquileres al ser mucho de ellos trabajadores ambulantes o “vivir de changas”, es decir, el resultado de la precarización laboral, los despidos y, sobre todo, la ausencia de toda posibilidad de inserción laboral para la juventud trabajadora.
En su testimonio Yamila, delegada general de la toma, comenta que lo que supuestamente era un terreno fiscal ahora es reclamado por una constructora para llevar adelante la construcción de un country, lo cual es una verdadera estafa a los ciudadanos, que privados del acceso a la vivienda ven como el Estado rifa los terrenos fiscales para la especulación inmobiliaria. De las 100 hectáreas ocupadas por las familias, este country reclama 54.
La situación por la que atraviesan las aproximadamente 2.500 familias, viviendo en casillas precarias es constantemente señalada por las propias familias, al comentar que lo único que el Estado busca es criminalizar una lucha genuina y que demuestra en cada momento la enorme necesidad de una vivienda por parte de las nuevas generaciones de trabajadores, que en medio de una pandemia luchan por defender su vida.
Al comentar sobre la posibilidad del desalojo, los vecinos son claros, no existe posibilidad alguna de un desalojo pacifico, porque ellos no tienen a donde ir. La defensa del derecho a la vivienda es sobre todo la defensa de la tierra que los vecinos buscan que les sea reconocida, no darán el brazo a torcer.
“Guernica. Tierra para vivir” da la voz a los protagonistas de un proceso de lucha enorme que atraviesa a la Argentina y que es solo un escenario de las múltiples tomas que se desarrollan en todo el país. Su realización es un aporte mismo a la lucha de los trabajadores por la vivienda, lejos de las infamias que reproducen cotidianamente los grandes medios de comunicación, que solo buscan atacar el derecho de las familias a una vivienda.
