Descarrilamiento en línea E: inmediato recambio de flotas en las líneas E, B y C

Escribe Matías Cisneros

La responsabilidad de Metrovías-SBASE.

Tiempo de lectura: 2 minutos

El pasado martes 20, por la tarde, la formación General Electric “I” que recorre la línea E descarriló ingresando al andén Independencia. Un boggie se desprendió de la base de la carrocería, arrastrando a la formación y produciendo destrozos en la vía y el andén. No hubo heridos producto de la poca afluencia de usuarios en el momento. Los trabajadores sufrieron algunos golpes y estado de shock. Si esto hubiese sucedido dentro del túnel, sin la contención de un andén, es decir, con la posibilidad de cruzarse de vía, estaríamos hablando de una tragedia con víctimas fatales.

La formación se encontraba abandonada en la cochera de la cabecera Virreyes desde que comenzó la cuarentena en marzo. Estos trenes -de más de 60 años- volvieron a la línea debido a que las formaciones Fiat que están en servicio también se encuentran en estado calamitoso. Frente a la falta de formaciones, Metrovías y Sbase decidieron volver a poner en servicio estos coches. Las gerencias de Recursos Humanos y Material Rodante afirmaban que se habían realizado todos los mantenimientos necesarios y que eran seguros para trabajadores y pasajeros, denuncian los delegados de tráfico de la E.

La situación de la línea E es la más penosa de toda la red, en un subte es cada vez más peligrosa para trabajadores y usuarios por responsabilidad de la empresa. No se trata, por lo tanto, de un hecho aislado.

Los compañeros de la Línea E han tenido que trabajar desde el inicio de la cuarentena con flota contaminada por asbesto. En la línea C las formaciones contaminadas Nagoya fueron retiradas -al menos momentáneamente- por la baja de servicios, mientras que en la línea B la flota fue parcialmente desasbestizada. De esta manera, Metrovías y Sbase han sometido a los trabajadores del sector a mayores peligros. La potencialidad de sinergia entre la pandemia de covid y el material de asbesto pone en mayor riesgo la salud de los compañeros y usuarios. A esto se suma la obsolescencia del material rodante.

“El cambio de flota de la línea E es urgente, por obsoleta y porque tanto los GEE como los Fiat tienen componentes con Asbesto”, denuncian los delegados del sector y la directiva del sindicato del subte Agtsyp. SBASE (cuyo presidente designa Larreta) incumple actas firmadas en diciembre 2019, en las que se comprometía a un recambio de toda la flota, indispensable para la descontaminación de asbesto en las líneas B, C y E. La falta de recursos seguros, bajo la pandemia, para el estudio pulmonar de los trabajadores expuestos, impide aún conocer la profundidad del envenenamiento por asbesto producido al cabo de estos años.

Desde el inicio de la prórroga de la concesión del subte a Metrovías, el mantenimiento de las formaciones ha estado sujeta a una improvisación constante, solamente contrarrestado por el reclamo de los trabajadores, principalmente de talleres. “Esto no es un accidente, es la planificación consciente y organizada de un asesinato masivo, que en algún momento va a suceder si no se toman medidas responsables y urgentes”, caracterizan los delegados y trabajadores de tráfico de la E.

Los intereses de Metrovias del Grupo Roggio y SBASE chocan la seguridad de los trabajadores y usuarios y su derecho a trabajar y viajar sin verse amenazados por una potencial masacre como la de Once. Se van reuniendo las condiciones para una respuesta de conjunto por el recambio inmediato de la flota de las tres líneas, la desasbestización de los sectores y el respeto íntegro de todas las medidas de seguridad sanitaria para no contraer covid que ya se ha cobrado la vida de seis compañeros y un supervisor.

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