Caso Agustina Nieto: “Unirnos en el dolor y la lucha”

Escribe Flor Ruiz

Entrevista a Debora Nieto, hermana de Agustina, al cumplirse dos años de su asesinato.

Tiempo de lectura: 4 minutos

¿Podrías comentarnos como fue el caso?

Comenzó cuando llega la policía a mi casa, la brigada de investigaciones, para que reconociéramos algunos elementos que podían pertenecer a Agustina o a una tal Luna. Tenían fotos de algunos elementos, era una mochila. Yo estaba con mi hermano y él me llamó para que la viera. Y sí, era la mochila de Agustina. Cuando se los confirmé me dijeron que todavía no era seguro que se trate de ella y tenían que hacer algunas pruebas. Después me mostraron una foto, bastante borrosa y de mala calidad, y la reconocí. Eso fue el día 11 de noviembre del 2018. Preguntamos qué es lo que había pasado, nos pidieron documentación, que vayamos al CIF a reconocerla. Eso fue como a las 12 de la noche. A la mañana siguiente fuimos, pero no pudimos ver el cuerpo. Jamás la vimos a ella. Nos mostraron fotos de tatuajes y de su rostro. Pero nunca la vimos entera ni vimos su cuerpo. En ese momento nos dijeron que la causa de muerte fue sofocación. Había sido asfixiada. Desde ese momento el fiscal a cargo, que era Pablo Paz, caratuló el caso como un femicidio porque en el informe del forense él ponía que había rastros de violencia, tenía la ropa interior rota, los pantalones abajo, la remera levantada. Se notaba que habían ejercido violencia porque la ropa estaba rasgada.

¿Cómo intervienen la policía y la justicia?

Hablamos con el fiscal que nos dijo que iba a hacer todas las investigaciones. Nos preguntó cuáles eran los lugares que ella frecuentaba. Las posibles personas con las que había estado. Si conocíamos el lugar donde había sido encontrada. Fue hallada en barrio San Benito, en un aguantadero, una casa abandonada donde se juntan a consumir drogas. Nosotros no sabíamos de que ella fuese a ese lugar, no andaba por esa zona. Nos pareció extraño que se la encontrara ahí. Después de ahí las investigaciones quedaron paradas. Nosotros realizamos una marcha y ese mismo día nos llama el fiscal para decirnos que tenían una persona detenida, que la habían llamado para tomarle declaración y que el juez había ordenado ponerlo en prisión preventiva. Esa persona que se llama Joaquín Octavio Viñabal sigue detenido, ahora está con prisión domiciliaria. En sí fue el único avance en la causa. La semana que viene se cumplen dos años y no hay más avances. Se tomaron declaraciones a varias personas, se encontró ADN de dos masculinos que todavía siguen sin identificar, y nada más. Después nos cambiaron de fiscal por la fiscal Sodero Calvet. La primera vez que la vi no había ni leído el expediente. La segunda vez lo revisamos entre las dos. Vi que había personas que se nombraban y que nunca habían llevado a declarar. Le pregunté por qué, y me dijo que porque no las encontraban con el sobrenombre. Yo después le pasé información donde encontrar a esa chica. La llevaron a declarar, pero después nos volvieron a cambiar de fiscal. Hoy me encontré con él. Este nuevo fiscal me dice que está reevaluando y revisando todas las declaraciones. Si bien es una causa que está bastante parada, él dijo que hay varias líneas de investigación inconclusas, es la primera vez que hablo con este fiscal. Creo que tengo que seguir esperando si realmente realiza la investigación, porque ya tenemos la experiencia con los otros fiscales.

¿Cómo fue la lucha que ustedes emprendieron?

Hay muchas investigaciones que las hicimos nosotros, como el lugar donde encuentran a Agustina es cerca de donde vivimos nosotros, fuimos preguntando a vecinos, a los chicos del barrio. Hay gente que se nos fue acercando para comentarnos diferentes versiones. Así fuimos descartando y sacando cosas que sí coincidían con lo que era la causa. Además de la lucha donde nosotros colaboramos con la investigación, porque queremos que se aclare, está la lucha que es en las calles. Donde siempre fuimos acompañados por muchas organizaciones, amigos de Agustina, familiares. También uniéndonos a otros casos y femicidios, y causas que también piden justicia. Creo que es la manera de pelear también. Para que los que son culpables paguen por lo que hicieron. Si no ejerces presión sobre la justicia salteña no hay manera de que se muevan. Parece que trabajan bajo presión y cuando los están apretando mal. Siempre hay que hacer alguna manifestación o concentrarse en la fiscalía para que te den alguna respuesta. Siempre es una lucha que te atiendan un teléfono, que te den una cita…

Ahora el 10 de noviembre se cumplen dos años, ¿cómo van a continuar?

Si, se cumplen dos años, sin ningún avance. Lo que sigue es hacer una nueva manifestación, salir a las calles a luchar. Creo que ahora nos va a acompañar mucha mas gente. Hemos hablado con familiares de personas que pasaron por lo mismo y creo que es unirnos en la lucha porque en realidad todos queremos lo mismo. Que haya justicia y se nos dé una respuesta. Lo más importante creo yo, que, si no hay justicia, esto sigue igual. Parece que da lo mismo a que se sigan asesinando mujeres a que no. Se suman listas interminables. Creo que también es hora de tomar conciencia, de que no es algo que ocurre esporádicamente, sino que es todos los días, con mujeres golpeadas, asesinadas. Es un problema grave. Tenemos que asumir la parte que nos corresponden. Ya sea educando a varones y mujeres. La policía tomar las denuncias, el juez, cuando da una orden de restricción, de hacer que se cumplan. Se acumulan denuncias como si nada. Es responsabilidad de ellos fijarse que esas medidas se cumplan. Para evitar que se sigan asesinando mujeres, violando niñas, acosando…

¿Algo que más que te gustaría decir?

Invitar a la movilización que vamos a hacer el próximo 10 de noviembre. A todos los familiares que estén pasando por lo mismo, somos compañeros de dolor de lucha y para lo que necesiten estamos. Creo que esperamos todos lo mismo.

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