Presupuesto de la provincia de Buenos Aires: impuestazo y deuda

Escribe Lucas Benvenuto

Tiempo de lectura: 2 minutos

El presupuesto enviado por Kicillof y su equipo a la legislatura de la provincia de Buenos Aires pone de manifiesto la incapacidad incurable de su gobierno para llevar adelante un programa de tierra y vivienda, reivindicación tan sencilla como acuciante para más de 2 millones de familias bonaerenses. Junto con el Presupuesto 2021 se discutirá también la Ley Fiscal. Ambos proyectos necesitan los 2/3 de los votos de la legislatura para ser aprobados.

Presupuesto antiobrero

El presupuesto proyecta la construcción de apenas 5.000 viviendas en todo el territorio bonaerense... en los próximos 3 años, es decir hasta la finalización del mandato de Kicillof. De las 3.000 viviendas (lotes con servicios) prometidos por Blanca Cantero y Kicillof para las familias de Guernica, se construirá la irrisoria cifra de 61. Si bien el presupuesto destinado a las áreas de infraestructura creció por encima de la inflación (con una suba del 512% respecto a lo que recibía hace dos años), la orientación general de la obra pública no está focalizada de conjunto a resolver el problema de la vivienda para los trabajadores.

Será la caja que servirá para condicionar a los intendentes. El reparto de ese presupuesto de infraestructura, precisamente, junto con el del Fondo de Infraestructura Municipal, abrió una crisis con la oposición de Juntos por el Cambio. La discusión de la “sábana corta” fue lo que ocupó todo el tiempo en la convención que reunió a unos 40 intendentes de Juntos por el Cambio en el Club San Luis, en La Plata, días atrás.

El presupuesto de la salud pasará a representar del 5,5% al 6% del total de los gastos, una incidencia menor que trasluce, es evidente, una completa imprevisión frente a la posibilidad de un rebrote.

Los salarios son la gran variable de ajuste. El establecimiento de una pauta salarial del 32% para los trabajadores de la provincia constituye una nueva confiscación, cuando las previsiones de inflación superan por más de 10 puntos esa pauta. Frente a este saqueo en el salario de los estatales, alrededor de 500 delegados docentes reunidos en el Plenario Multicolor votaron movilizarse para rechazar de plano este presupuesto ajustador.

Impuestazo y endeudamiento

La ley fiscal, por otra parte, prevé un impuestazo a la vivienda de los trabajadores, dejando casi indemne a los terratenientes y a los pooles de siembra.
Aún así, el impuestazo, sin embargo, no va a “alcanzar” para financiar los gastos proyectados. El déficit fiscal será cubierto mediante la emisión de nueva deuda por cerca de 64 mil millones de pesos, a los que se sumarían 500 millones de dólares provenientes de organismos multilaterales.

Abramos el debate y discutamos una salida

Es necesario poner de manifiesto la inviabilidad de este presupuesto para la satisfacción de las necesidades de las familias trabajadoras, entre ellas, la de la tierra y la vivienda, la salud y el salario. Un congreso de trabajadores discutiría un programa alrededor de la nacionalización de los puertos, el comercio exterior y el desconocimiento de la deuda, la creación de un banco de tierras y su distribución entre los sin techo vinculado a la agitación de las reivindicaciones inmediatas.

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