75° aniversario del gremio plástico: las trabajadoras y trabajadores del gremio no tenemos nada que celebrar

Escribe Lucas Sánchez - Integrante de la comisión interna de los trabajadores de BedTime

Tiempo de lectura: 4 minutos

El pasado 24 de noviembre se cumplieron 75 años de existencia del sindicato Unión de Obreros y Empleados del Plástico, un aniversario que nos encuentra con muy pocos motivos a trabajadoras y trabajadores para celebrar.

Según el relato oficial, el 24 de noviembre de 1945, en las oficinas de la Federación Argentina de Trabajadores Agremiados, un grupo de delegados crearon la Unión Obreros Plásticos y Afines . En el año 1947, el Ministerio de Trabajo le otorgaba la personería jurídica.

Desde ese momento para acá, la historia oficial de gremio nos deja como máximo referente al burócrata Jorge Triaca, uno de los burócratas más nefastos que tuvo que soportar la clase obrera argentina. Su currículum comienza como aliado de Vandor, por lo tanto defensor de la dictadura de Ongania, luego ladero de Rucci. Durante el juicio a la Junta Militar, Triaca se posicionó en favor de la dictadura al declarar que “desconocía” que hubiera habido desaparecidos. En los años 90 fue ministro de Trabajo del gobierno antiobrero de Menem. Siguiendo esta “tradición”, sus sucesores apoyaron al macrismo y Triaca Jr. ocupó la cartera laboral del gobierno Macri.

El primer registro de la utilización del plástico en nuestro país es del año 1924. Desde ese momento la industria del plástico, como toda la industria argentina, comenzó a desarrollarse llegando a la década del 40 con 226 establecimientos que se dedicaban a la transformación del plástico, los cuales se encontraban principalmente en Buenos Aires y Santa Fe. El mismo informe establece que estos lugares de trabajo empleaban ya en esa época a 6.000 obreros, en su enorme mayoría inmigrantes formados profesionalmente y políticamente con ideas Socialistas y Anarquistas, que traían una gran experiencia de lucha y organización.

Es entre estos obreros de mediados del siglo XX que los trabajadores que luchamos todos los días por mejorar nuestras condiciones de vida debemos buscar nuestros orígenes. Por lo tanto, el desarrollo de los obreros del plástico ha transitado por toda la historia del movimiento obrero argentino desde la conformación de los primeros sindicatos, la lucha contra las distintas dictaduras, luchando en el Cordobazo y en el Argentinazo y llegando al nuestros días, cuando está planteada la recuperación de nuestro sindicato.

Trabajadores y trabajadoras en el 75° aniversario

La pandemia ha dejado al descubierto las terribles condiciones en las cuales vivimos el pueblo trabajador, sacando a la superficie la crisis de los servicios de salud y la falta de viviendas, los salarios por debajo de la línea pobreza, los despidos y las suspensiones.

En la industria plástica, la mayoría de las trabajadoras y trabajadores hemos sido integrados a los “esenciales”. Solo las autopartistas y algunas otras han tenido cuarentena. El resto hemos estado en actividad durante toda la pandemia. Esta situación y los DNU de prohibición de despidos, los subsidios a las patronales y las exenciones impositivas, no impidieron los cientos de despidos y cierres de empresas. Los acuerdos por suspensiones al 75% que firmaron la UIA y la CGT fueron reafirmados por la dirigencia de la UOYEP. En algunas empresas, los trabajadores cobran incluso menos aún de este porcentaje.

Los protocolos frente al covid-19 han quedado en manos de las patronales, quienes lo amoldan a sus necesidades de producción. El sindicato se limita a reclamar las mínimas condiciones. A las licencias por grupo de riesgo -donde no son desconocidas-, las patronales aplican descuentos en los salarios bajo la mirada cómplice del gremio. A esto se suma la terrible situación de la obra social: se han reducido las clínicas y debido a los recortes es casi imposible contar con especialistas y se deben pagar los estudios. Nuestros aportes se terminan yendo a un pozo ciego.

La paritaria es un punto a parte. Para este año, con la mayor parte de la industria plástica en actividad, el gremio acordó con la cámara empresarial un aumento del 12% a la hora y $50.000 no remunerativos pagados en cómodas cuotas. Esto nos deja como saldo que el salario promedio se encuentra en $35.000, por debajo de la línea de pobreza – hoy en $50.000, según el INDEC.

En este nuevo aniversario la tarea de las trabajadoras y trabajadores es construir una nueva dirección. Tenemos una casta parasitaria enquistada en nuestro sindicato, que se ha enriquecido y se enriquece garantizando los beneficios de las patronales de la industria plástica, a costa de las condiciones laborales y de vida de las familias trabajadoras. Los despidos, el desconocimiento del convenio colectivo y los salarios de miseria son la regla. En los lugares donde los compañeros y compañeras se organizan para lograr mejoras, las patronales y los burócratas del gremio se complementan con el fin de desorganizar. Es así que los fraudes en las elecciones de delegados o los pedidos de desafuero son moneda corriente.

Es por esto que la tarea que queda planteada es la construcción de un agrupamiento para recuperar al sindicato y echar a la burocracia. En el gremio plástico, como en toda la industria en general, existen y se desarrolla un gran número de comisiones internas, agrupamiento de compañeras y compañeros activistas y luchadores. También sindicatos de fábrica o con actuación provincial, como el de Córdoba, donde queda reflejada la tendencia a un gran agrupamiento nacional. Estos procesos de organización Independientes son la continuidad histórica con aquellos obreros de mediados del siglo XX, de los del Cordobazo, de los que lucharon contra la dictadura militar y de los que fueron protagonistas del Argentinazo.

Con esto queda planteada como principal tarea el reforzamiento de estos agrupamientos. Una gran oportunidad para esta tarea es realizar una gran campaña por la reapertura de paritaria. En este sentido, las consignas que deberían recorrer todos los lugares de trabajo son “salario igual a la canasta familiar”, “basta de salarios de miseria”. El otro punto importantísimo en este periodo es la defensa de la salud frente a la pandemia. Es por esto que la lucha por protocolos de higiene y seguridad en todos los lugares de trabajo debe ser reclamado en todas las fábricas.

Este año, los compañeros BedTime han dado muestras concretas de los resultados que se obtienen cuando se defiende con todas las fuerzas la independencia de los trabajadores. Durante años han defendido su organización y en 2020 lograron torcer el brazo a la patronal y anotarse una victoria. También los compañeros y compañeras de Cartocor, en Córdoba, están dando una enorme lucha por la defensa de su delegado ante el pedido de desafuero y por la recomposición salarial.

Compañeros y compañeras del plástico, es el momento de ponernos en marcha y a través del reforzamiento de nuestras organizaciones construyamos un gran agrupamiento nacional para recuperar nuestro sindicato.

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